La carrera hacia una aviación con emisiones netas cero no es un desafío lejano, sino una urgencia inmediata. En el Foro Anual de Clean Aviation 2025, bajo el lema Mastering the Shift (Liderando el cambio), una realidad se impone: sin una acción audaz por parte de los gobiernos, las tecnologías innovadoras necesarias para cumplir los compromisos climáticos del sector podrían quedar fuera de alcance, afirmó Anders Forslund, cofundador y CEO de Heart Aerospace.
En 2022, la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) estableció la meta global de lograr cero emisiones netas de CO2 para 2050, alineándose con el compromiso que la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) asumió en 2021.
Mientras que el informe recientemente publicado DESTINATION 2050 traza un camino para alcanzar este objetivo en Europa, destacando que, si bien los combustibles sostenibles de aviación (SAF) jugarán un papel clave, es fundamental acelerar el desarrollo de nuevas tecnologías de propulsión, como las aeronaves híbrido-eléctricas y de hidrógeno.
Heart Aerospace indicó que ya trabaja en esta transición con el ES-30, un avión híbrido-eléctrico de 30 asientos que entrará en servicio antes de que termine la década.
“Sin embargo, para que la industria avance rápidamente, la innovación por sí sola no basta: se requiere alineación de políticas, inversión y preparación de infraestructura”, añadió Forslund.
Expresó que el Consejo Internacional de Transporte Limpio (ICCT) ha demostrado que las mejoras en la eficiencia de combustible de las aeronaves convencionales se han estancado, y la renovación de flotas no será suficiente para reducir las emisiones.
La empresa aseveró que para escalar esta transformación se necesita inversión gubernamental en tecnología de baterías, infraestructura de recarga y procesos de certificación.
Si bien el capital privado ha comenzado a fluir hacia la aviación sostenible, el financiamiento público sigue siendo clave para reducir riesgos en la fase inicial de desarrollo y acelerar la comercialización.
“No obstante, en comparación con otros sectores, la aviación aún recibe menos apoyo específico para el desarrollo de tecnologías limpias. Si realmente queremos cumplir nuestros objetivos climáticos, esta situación debe cambiar”, señaló el directivo.
“Programas como el Clean Aviation Joint Undertaking han sido fundamentales para impulsar la innovación, y deben mantenerse y expandirse con más inversión pública. Pero los gobiernos deben ir más allá: históricamente, la aviación no ha sido un sector que reciba ayudas estatales, pero si Europa quiere cumplir sus metas de descarbonización y mantenerse competitiva frente a regiones como China, que depende fuertemente del apoyo estatal, las reglas de ayuda estatal de la UE deben revisarse”, añadió.
El informe DESTINATION 2050 estima que lograr una aviación con emisiones netas cero en Europa requerirá una inversión de 2.4 billones de euros, gran parte destinada a nuevas tecnologías de aeronaves.
Para que Europa lidere la revolución en tecnología limpia y compita con EU y China, los gobiernos deben garantizar un mayor financiamiento público para el desarrollo de aviones híbrido-eléctricos, incluyendo innovación en baterías e infraestructura de recarga; una Estrategia Industrial para la Aviación, alineada con el Clean Industrial Deal; así como armonización regulatoria para agilizar la certificación de nuevas tecnologías de propulsión y reducir barreras de entrada al mercado.
“Las tecnologías existen, el mercado está listo y la urgencia es innegable. Es momento de que los gobiernos actúen y aceleren la adopción de tecnologías de aviación sostenible. La meta de emisiones netas cero para 2050 no es solo una visión: es un compromiso que exige acción hoy”, concluyó Forslund.
