El futuro que tanto nos pintaron las películas puede estar más cerca de lo que imaginamos. O al menos así lo creen Uber, el sistema de taxis compartidos con presencia en todo el orbe, y Airbus, el constructor aeroespacial europeo, quienes en estos momentos preparan el terreno para el despegue de sus proyectos y elevarse a los cielos urbanos.
En un documento de 97 páginas, Uber ha planteado las bases que le permitirán trasladar su plan de negocios hacia uno donde, en lugar de automóviles, se utilicen vehículos de despegue y aterrizaje vertical (VTOL por sus siglas en Inglés) viables, seguros y, en algunos casos, hasta más rápidos y económicos que un servicio regular por tierra. O en pocas palabras: taxis aéreos eléctricos.
Para que esto sea posible, el equipo de expertos de Uber considera que deben ocurrir sucesivamente varios cambios, particularmente aquellos que afectan directamente nuestra forma de concebir la movilidad urbana por aire. Los más importantes se destacan a continuación:
- Infraestructura en tierra. Uber planea construir una serie de "vertipuertos" y "vertiparadas" a lo largo de cada ciudad en la que implemente su servicio. Estas paradas –que en un inicio podrían aprovechar la red de helipuertos existentes– albergarían a una docena de aeronaves VTOL así como áreas de carga y de mantenimiento básicas. Podrían ubicarse en techos de estacionamientos, terrenos baldíos, o incluso en barcazas flotantes en ríos, lagos y bahías. A partir de ellas se conectaría a los servicios de movilidad terrestre.
(En pocas palabras, no esperes en un principio que un “coche volador” te lleve volando de puerta en puerta).
- Seguridad y eficiencia. Los VTOL serían vehículos eléctricos multirotor, cuyos primeros inconvenientes a vencer serían la potencia (dados los factores de distancia, velocidad crucero, tiempo de recarga y duración de la batería) y la aeronavegabilidad (para la cual podrían crearse nuevos estándares internacionales); por otra parte, la cualidad de ser cero emisiones y de bajo ruido les otorga ventaja sobre el aparato del cual partió su diseño: el helicóptero.
- Bajo costo. La fabricación en masa de las aeronaves VTOL dependería de economías de escala para que el modelo de negocio sea rentable en el mediano plazo una vez se de la entrada en operaciones. Con ello, la tarifa para el usuario sería similar a la de un servicio UberX
No obstante que en Uber tienen toda la confianza en lograr estas metas clave, para ello requerirán de toda la voluntad de los actores involucrados. En especial la de esos héroes anónimos que harán posible que estos vehículos funcionen. Nos referimos a equipos de ingenieros aeronáuticos como el actualmente tiene Airbus trabajando en A^3.
El zen de una ciudad
El fabricante aeronáutico ha establecido un taller en Silicon Valley, meca tecnológica del mundo occidental, para dar vida a sus prototipos de taxis aéreos urbanos. Y lo que han logrado hasta el momento resulta muy prometedor.
Por una parte está Vahana, una plataforma de vehículos auto-pilotados para pasajeros y transporte de carga, que para fines de 2017 realizará sus primeras pruebas de vuelo.
En sólo diez años podríamos tener productos en el mercado (…) y creemos que la demanda mundial de este tipo de aeronave puede conformar flotas de millones de vehículos en todo el mundo”, declaró Rodin Lyasoff, director ejecutivo de A^3, proyecto a cargo de Vahana.
Por otro lado, el concepto CityAirbus asemeja aquel de Uber en el esquema de las “vertiparadas”, pero apunta hacia un sistema autónomo para varios pasajeros.
Estas dos propuestas conformarían un ecosistema que Airbus ha bautizado como zenAIRCITY, o ciudad aérea zen, y que está siendo desarrollado por su división de helicópteros del fabricante aeronáutico.
La mayoría de los conceptos de ciudad inteligente ignoran la movilidad por aire. Por eso, estamos convencidos de que esto representa un punto de quiebre para Airbus”, declaró Vassilis Agouridas creador y co-desarrollador de zenAIRCITY.
Este modelo de negocio contempla una movilidad tranquila y completamente integrada en la infraestructura de una megaciudad. Algo así como una filosofía zen de la movilidad.
El aprovechamiento tanto de los recursos como del know-how de esta empresa parecen jugar a favor de este proyecto. Para que así llegue el día en que los viajeros urbanos podamos cumplir el sueño de elevarnos sobre el tráfico... y del estrés.
Plazos y barreras
Además de los requisitos necesarios para que el sistema funcione, existen otros obstáculos en el horizonte de los taxis aéreos, en especial aquellos relativos al tamaño de la inversión y a las regulaciones por parte de los organismos aeronáuticos.
Por un lado, Uber ha demostrado con creces su capacidad de romper las barreras burocráticas, por lo que ya tiene un equipo legal listo para cumplir hasta con la jurisdicción más dura (¡cof, cof, FAA!), y así poder prosperar como lo hace hoy en día.
Por otra parte, los costos de fabricación en un principio rondarían los 1.2 millones de dólares por unidad. Pero Uber tiene el firme propósito de llegar a niveles de producción de 6 mil unidades por año, que permitirían reducir el costo por vehículo a cerca de 238 mil dólares. Y este podría bajar aún más mediante las mejoras a las baterías de próxima generación así como a las mega-fábricas.
Con todo lo anterior, tanto Uber como Airbus proyectan el debut de este servicio en 2026. Justo a tiempo para el arribo del 60% de la población urbana mundial para 2030.
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