Boeing propuso una “mejor y última” oferta salarial a miles de trabajadores que actualmente se encuentran en huelga, pero su mayor sindicato (IAM) se negó a someterla a votación, argumentando que el fabricante de aviones se negó a negociar anteriormente.
El fabricante de aviones estadounidense ofreció restablecer una bonificación por rendimiento, mejorar los beneficios de jubilación y duplicar una bonificación por ratificación a 6,000 dólares si los trabajadores aceptan la oferta antes del viernes, según una carta enviada por la empresa a los funcionarios de la Asociación Internacional de Maquinistas y Trabajadores Aeroespaciales.
En tanto, Boeing se encuentra bajo una presión cada vez mayor para poner fin a la huelga que podría costarle varios miles de millones de dólares, desgastando las ya tensas finanzas de la compañía y amenazando con una rebaja de su calificación crediticia.
Sin embargo, el Distrito 751 de IAM señaló que no realizaría una nueva votación sobre la oferta, que está sujeta a ser aprobada el viernes, pues no fue negociada con el sindicato.
“Logísticamente no tenemos la capacidad de organizar una votación para 33,000 personas en unos pocos días como ese de todos modos. Además, no se cumplieron muchas de las cosas que nuestros miembros dijeron que eran importantes para ellos”, indicó Jon Holden, presidente del Distrito 751 de IAM, y principal negociador del contrato con Boeing.
“No estamos obligados a votar sobre su oferta. Podríamos hacerlo en el futuro. Pero nuestra esperanza es que podamos iniciar algún debate para poder abordar realmente las necesidades de nuestros miembros”, añadió.
Boeing indicó en un comunicado que su última oferta, que se produjo después de una mediación federal fallida la semana pasada, introdujo mejoras significativas y abordó los comentarios del sindicato y los empleados.
“Primero presentamos la oferta al sindicato y luego compartimos de manera transparente los detalles con los empleados”, señaló la compañía.
Más de 32,000 trabajadores de Boeing en Portland y el área de Seattle abandonaron sus puestos de trabajo el 13 de septiembre en la primera huelga del sindicato desde 2008. Los trabajadores, que pedían un aumento salarial del 40%, así como la restauración de una bonificación por rendimiento, rechazaron una oferta anterior de la empresa.
El sindicato representa a los trabajadores que construyen el 737 MAX, el avión más vendido de Boeing, y otros aviones.
La jefa de aviones comerciales de Boeing, Stephanie Pope, había dicho a los trabajadores antes de la huelga que la compañía no había reservado nada y que su oferta en ese momento era el mejor trato que podían conseguir.
“Los empleados sabían que los ejecutivos de Boeing podían hacerlo mejor, y esto demuestra que los trabajadores tenían razón desde el principio”, dijo el presidente de IAM, Brian Bryant.
