Delta se encuentra en una posición crítica de transformación hacia la sostenibilidad ambiental y la neutralidad de emisiones para el año 2050. Esta necesidad de adaptación no solo se vincula con la preservación del entorno, sino también con el éxito a largo plazo de la compañía.
Para lograr este objetivo, Delta Air Lines, en colaboración con GREATER MSP Partnership, Bank of America, Ecolab y Xcel Energy, estableció el Minnesota SAF Hub, que se posiciona como el principal centro de producción de Combustible de Aviación Sostenible (SAF) en los Estados Unidos.
Sin embargo, a pesar de sus prometedoras ventajas, la oferta de SAF en la actualidad no es suficiente para abastecer a las aerolíneas comerciales ni siquiera por un día. Además, su costo es de 2 a 4 veces mayor que el del combustible convencional para aviones.
Delta no solo está invirtiendo en SAF para su propia flota, sino que también está trabajando en estimular la demanda, atraer inversiones y promover incentivos políticos que permitan expandir el mercado, con el objetivo de que todas las aerolíneas puedan acceder a combustibles más sostenibles y asequibles.
Los equipos de Sostenibilidad Global y Combustible de Delta están colaborando durante varios años para impulsar la inversión y fomentar la producción de SAF.
Firmaron acuerdos de compra con diversos productores de SAF, garantizando así la adquisición de este combustible cuando esté disponible, sujeto a ciertas condiciones.
Hasta la fecha, Delta firmó acuerdos por más de 200 millones de galones de SAF, posicionándose a mitad de camino hacia su objetivo de utilizar un 10% de SAF en sus operaciones para el año 2030.
Este compromiso refleja el compromiso de Delta en liderar la transformación hacia una aviación más sostenible y amigable con el medio ambiente.
