La Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) hizo un llamado al gobierno de Argentina para trabajar con la industria en la elaboración de un plan claro y definido que permita la reapertura del país al transporte aéreo, ya que aunque consideran que las últimas estrategias muestran signos de flexibilización, sin embargo, son “pasos lentos” y sin una visión clara tanto para pasajeros como para aerolíneas.
La IATA añadió que este plan debe tener plazos específicos que permitan la reconexión del país de manera segura, de forma que se impulsen los beneficios que genera la aviación.
“Creemos que ya están dadas todas las condiciones para avanzar hacia una nueva normalidad, con la convicción de que es necesario y sobre todo posible, reactivar la economía, el turismo, y las fuentes de trabajo, de forma segura, y al mismo tiempo lograr el reencuentro de las personas en un contexto en que deberemos aprender a convivir con el COVID-19 y sus variantes”, dijo Peter Cerdá, vicepresidente regional de la IATA para las Américas.
Asimismo, el directivo sostuvo que es necesario la revisión de los procesos y tiempos de espera en los controles sanitarios a la llegada de los pasajeros a Argentina, especialmente en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza, Buenos Aires, pues deben deben ser “estandarizados, rápidos y eficaces para evitar aglomeraciones”.
Argentina informó que estaba atravesando por una segunda ola de contagios por covid-19, y ante una posible un aumento de contagios por la variante Delta del virus, el gobierno impuso un cupo limitado pasajeros diarios que pueden ingresar diariamente a su territorio por vía aérea: inició en junio con 600 usuarios; el siguiente mes aumentó a 740; a finales de julio e inicios de agosto amplió la entrada a mil; y por último, a mil 700 durante agosto e inicios de septiembre.
Se espera que el número de usuarios a los que se les permitirá la entrada en las próximas semanas sea de dos mil 300. Aún no hay una fecha definida para la reapertura total.
