La descarga de combustible de una aeronave de Delta Airlines dejó 26 personas lesionadas en una escuela de Los Ángeles, cuando los pilotos declararon una emergencia y emprendieron maniobras para regresar al Aeropuerto de Los Ángeles (LAX).
El vuelo 89 de Delta despegó de LAX con destino a Shanghái, China, cuando los pilotos registraron problemas con uno de los motores y decidieron volver al aeropuerto, descargando combustible en el proceso.
Vuelo de Delta con ruta LAX – Shanghai (B777 N860DA) tuvo que regresar de emergencia tirando combustible sobre la ciudad de Los Ángeles, al momento varios afectados por el contacto con el líquido entre ellos varios niños ya que cayó en escuelas, FAA ya investiga #breaking pic.twitter.com/1qfalVTL1B
— AVSEC & Safety (@AvsecSafety) January 14, 2020
La aerolínea informó que la aeronave aterrizó sin problemas y que está en contacto con las autoridades y miembros de la comunidad para atender las inquietudes sobre las personas lesionadas por la descarga.
De acuerdo con varios medios, 17 niños y nueve adultos que se encontraban en la escuela primaria Park Avenue resultaron afectados por la descarga, mientras que otras 41 que se encontraban en las cercanías también fueron rociadas con el combustible, provocándoles irritación, por lo que fueron atendidas por paramédicos.
La Administración Federal de Aviación (FAA) informó que se encuentra investigando las circunstancias bajo las cuales ocurrió el incidente, y aclaró que existen procedimientos especiales para la descarga de combustible que deben seguir los pilotos que operen hacia o desde los principales aeropuertos de Estados Unidos.
#FAA Statement: Incident involving @Delta Air Lines flight 89 that was returning to @flyLAXairport. pic.twitter.com/ayaxYDNOaQ
— The FAA (@FAANews) January 14, 2020
“Estos procedimientos requieren que el combustible sea descargado sobre determinadas áreas despobladas, generalmente a grandes altitudes, para que el combustible se atomice y se disperse antes de tocar el suelo”, explicó la FAA.
Por su parte, Jason Robertson, jefe de batallón del Departamento de Bomberos de Los Ángeles, dijo que el incidente no representaba un peligro mayor, por lo que las escuelas cercanas están operando con normalidad.
“Con los dispositivos de monitoreo que tenemos no detectamos límites explosivos ni productos líquidos o sólidos remanentes”, dijo Robertson, y agregó que el Departamento de Bomberos cree que todo el combustible se evaporó.
