SpaceX está en conversaciones con funcionarios estadounidenses y australianos para aterrizar y recuperar uno de sus cohetes Starship frente a la costa de Australia, un posible primer paso hacia una mayor presencia de la compañía de Elon Musk en la región, a medida que los dos países refuerzan los lazos de seguridad.
De acuerdo con Reuters, el plan sería lanzar el Starship desde una instalación de SpaceX en Texas, aterrizarlo en el mar frente a la costa de Australia y recuperarlo en territorio australiano.
Obtener permiso para hacerlo requeriría aflojar los controles de exportación de Estados Unidos sobre tecnologías espaciales sofisticadas con destino a Australia, según fuentes, que hablaron bajo condición de anonimato.
La administración del presidente Joe Biden ya ha tratado de aliviar restricciones similares dentro de la alianza de seguridad AUKUS,, una agrupación de Estados Unidos, Australia y Gran Bretaña destinada a contrarrestar a China.
Remolcar Starship, después de haber aterrizado en el océano o en una barcaza, a un puerto cercano en las costas occidental o norte de Australia sería ideal, aunque aún se están discutiendo planes y ubicaciones más específicas, dijeron las fuentes.
Las conversaciones subrayan la determinación de Estados Unidos de ayudar a Australia a fortalecer su ejército como elemento disuasorio para una China cada vez más asertiva en la región.
El acuerdo propuesto por SpaceX generaría más confianza en un aliado cercano de Estados Unidos que durante años ha buscado expandir su programa de defensa espacial, fortalecer los lazos espaciales civiles y militares con Estados Unidos y estimular su propia base industrial espacial.
Las discusiones en las últimas semanas entre ejecutivos de SpaceX y funcionarios estadounidenses y australianos se han centrado en los obstáculos regulatorios para llevar un propulsor Starship recuperado a tierra en un país extranjero.
Debido a que las conversaciones están en curso, el momento en que Starship aterrizará en Australia sigue sin estar claro.
