Pues tristemente al general Sergio Montaño, encargado de llevar adelante el plan de operación de la nueva Mexicana militar, se le está haciendo bolas el engrudo y ahora está enfrentando todo tipo de problemas para poder dar gusto y a tiempo al inquilino de Palacio Nacional.
Como ya hemos comentado, formar y operar segura y eficientemente una línea aérea comercial, es un proceso difícil y complicado, que lleva años de planeacion y cumplimiento de cientos de requisitos nacionales e internacionales
Muchos creemos que se ha actuado de manera precipitada y, hasta hoy, no se ha podido concretar el proyecto de la nueva aerolínea estatal-militar Mexicana de Aviación con la texana Petrus Aero Holdings, ni con SAT aviation para la renta de las 10 aeronaves B 737-800 pretendidas y que a estas alturas ya deberían estar registradas, probadas y certificadas, matriculadas y mecánicamente listas, además de pintadas para iniciar operaciones el próximo 2 de diciembre.
De hecho, Mexicana no ha logrado el permiso de operador aéreo porque, para eso, es necesario, entre otros importantes requisitos, contar con las aeronaves que hoy todavía no tienen y que incluyen el financiamiento, que todavía no se sabe de dónde va a llegar.
La renta de cada B737-800 está en los 350 mil dólares mensuales, y hay que decir que no se nota mucha confianza que digamos en la inversión por parte de bancos y financieras.
Será el gobierno federal, a través de la Sedena, quiene deba financiar esos 3 millones y medio de de dólares cada mes, sólo en la renta de aviones, además de todo lo requerido en billetes verdes para garantizar la operación diaria, dinero que vendrá de los impuestos de los ciudadanos.
Para salir del paso, ahora se aborda el esquema de renta humeda (tripulaciones y aviones) y se contrata a una aerolínea que ya cuenta con certificado de operador, de acuerdo a los requisitos de AFAC y otros internacionales para operar.
De esta manera se ha rentado un avión Embraer 145, con capacidad para 50 pasajeros, a la aerolinea regional TAR para asegurar el inicio de operaciones el próximo 1 de diciembre entre Santa Lucía y el todavía no terminado aeropuerto de Tulum.
El Embraer 145 es una aeronave birreactor regional de corto alcance, que tiene un peso máximo de despegue de 22 toneladas, con capacidad para 50 pasajeros, con una autonomía de 1,400 kilómetros a una velocidad de 850 kilómetros por hora.
Estas especificaciones técnicas están muy lejos de las que tienen los 737-800, proyectados inicialmente, con capacidad hasta para 180 pasajeros, con peso maximo de despegue de 78 toneladas y una autonomía de casi 7,500 kilómetros.
No hemos tenido información sobre el plan de desarrollo o estudios de mercado que puedan garantizar una aerolínea del Estado mexicano, con estabilidad operativa y financiera, pero eso parece no ser importante.
Recordemos la larga historia de la aviación comercial en México.
No ha habido una sola aerolínea comercial manejada por el gobierno federal que, a la larga, haya logrado éxito operativo y financiero y, desde luego, no ha habido ninguna administrada por el Ejército Mexicano, que no tiene experiencia en la administración de aerolíneas.
El 2 de diciembre, puntualmente y por mandato presidencial, se llevará a cabo con bombo y platillo el inicio de operaciones de Mexicana militar, con un solo avión y una ruta.
Los pasajeros e invitados al evento serán, sin duda, personalidades de la política y algunos agregados.
Como sea, Mexicana de Aviación, tal y como fue planeada, todavía no está a la vista y hay muchos problemas que resolver para hacerla realidad, aunque la fiesta de inauguración quedará ahí para satisfacer el gusto presidencial… como sea.
“Los artículos firmados son responsabilidad exclusiva de sus autores y pueden o no reflejar el criterio de A21”
