Steve Dickson, jefe de la Administración Federal de Aviación (FAA) de los Estados Unidos y Tim Clark, presidente de Emirates, mantuvieron una reunión para discutir el progreso de la certificación del 777X, en donde el regulador expresó que el jet tendrá una revisión “rigurosa”.
Esto luego de que Clark solicitara a la FAA que el 777X sea probado por al menos 16 meses para asegurar su aeronavegabilidad y que cumpla con todos los objetivos planeados.
Cabe señalar que el operador de Dubái es el cliente más grande del mundo del programa, con 126 pedidos. Debía recibir su primer avión a mediados de 2020. No obstante, las demoras en el programa de vuelo hacen que el jet no tenga fecha de entregas.
“(El objetivo de la reunión) Es que en el caso de la certificación del 777X no caigamos en la misma trampa y que la supervisión se realice de manera exhaustiva, clínica y transparente”, señaló Clark a periodistas en el Show Aéreo de Dubái, luego de una reunión con el jefe de la FAA.
Vinculado a ello, el directivo informó que como parte del programa de demostración, Boeing planea colocar un jet de prueba en Dubái en agosto del próximo año, durante aproximadamente uno o dos meses.
Durante el evento, la aerolínea del Medio Oriente ordenó 30 Boeing 787 Dreamliners –cerca de 9 mil millones de dólares– para compensar la reducción del 777X. Las entregas comenzarán en mayo de 2023 y continuarán durante los próximos cinco años.
