A partir de este mes, todos los viajeros extranjeros que ingresen a Estados Unidos vía aérea serán identificados a través de sistemas biométricos; es decir, el rostro de los pasajeros será su llave de acceso para pasar aduanas y entrar al avión.
En México si bien se ya se inició este proceso de implementación en el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), la adopción de esta tecnología enfrenta los retos de financiamiento, tras la crisis que atraviesan diversas aerolíneas; así como la necesidad de acuerdos entre gobiernos e iniciativa privada, para la salvaguarda de esta información confidencial.
Si bien el reconocimiento facial permite un proceso de abordaje sin contacto, seguro y simplificado, en México uno de los principales retos es el de “salvaguardar los datos personales, pues al ser datos estrictamente confidenciales se debe garantizar su privacidad, de lo contrario se estaría violando la Ley de Protección de Datos Personales”, sostuvo Fernando Gómez, analista independiente del sector aéreo.
De hecho el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (Inai) ya solicitó una aclaración sobre el funcionamiento de los sistemas de reconocimiento biométrico, denominado E-Gates, del AIFA, sin que a la fecha se haya dado información al respecto.
En entrevista con A21, Gerardo Guarneros, director de Cumplimiento Legal y Regulatorio de NA-AT Technologies, aseveró que el riesgo de un mal uso de datos biométricos es el mismo que cuando te roban una identificación o cuando la gente roba bases de datos, por eso desde un inicio se deben de asegurar los pasos de la implementación biométrica.
“Debe de almacenarse en servidores independientes, por ejemplo, además el dato biométrico tiene qué partirse y no tiene que haber regreso, es decir, nadie puede meter la mano y sacar datos sino simplemente se pueden consultar”, aseguró.
Añadió que entre otros requisitos también se debe de contar con comités de seguridad de terceros independientes.
Adicionalmente, la implementación de sistemas biométricos en México requerirá de una serie de negociaciones para ver los costos, cobros e instalación de los equipos entre los diferentes entes de gobierno e iniciativa privada, tales como los Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA), la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC), los grupos aeroportuarios y Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México (GACM) y las aerolíneas.
Dependiendo de la tecnología que se vaya a contratar, cada sistema de biométricos tiene diferentes estándares, que se tienen que analizar de manera muy precisa para atender a los poco más de 90 millones de pasajeros que viajaron anualmente en México, previo a la pandemia.
Aún cuando la puesta en marcha de sistemas biométricos es una tendencia a nivel global, en México aún se ve lejana la adopción de la tecnología, refirió el analista; en virtud de que se tienen adeudos importantes entre el Aeropuerto Internacional de Ciudad de México (AICM), ASA y aerolíneas, uno de los grandes problemas será la situación financiera del sector aéreo en el país.
