Tras realizar simulaciones de los procedimientos de salidas y aproximaciones al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), el capitán Jorge Abadie, quien fuera el jefe de pilotos en la Compañía Mexicana de Aviación, explicó que luego de haber volado en cinco escenarios distintos y en situaciones desfavorables, los procedimientos cumplen con los estándares internacionales para pilotos.
El capitán detalló que el pasado 17 de agosto se realizó un vuelo de demostración, dirigido por Maxime Caille, project manager de NavBlue, en los simuladores de A320 del Centro de Capacitación de Airbus México. El vuelo de simulación fue pilotado por Frank Solley, instructor del Centro, y también se contó con la participación del capitán Delfino Zamora, director de Verificación Aeroportuaria en la Agencia Federal de Aviación Civil, y cinco controladores de tráfico aéreo, coordinados por Abraham Velázquez, quienes verificaron la interacción y cargas de trabajo durante las simulaciones.
En los procedimientos se establecieron cinco escenarios diferentes con situaciones desfavorables para el rendimiento del avión tales como vientos fuertes en cola durante el descenso, pesos máximos de aterrizaje y despegue.
De acuerdo con el capitán Abadie, el primer punto a evaluar durante la simulación fue la trayectoria de vuelo, en donde se comparó toda la información de procedimientos insertados en la computadora de datos del avión correspondientes a distancia, altura, virajes, y se concluyó que todo estuvo de acuerdo con lo programado.
Otro de los puntos que se revisaron fue el de manejo de energía, rubro en el que se corroboró que es posible hacer un procedimiento de descenso continuo, un procedimiento que de acuerdo a lo mencionado, reduciría las cargas de trabajo en cabina y representaría un ahorro de combustible, y por lo tanto, de las emisiones de contaminantes.
En la simulación también se comprobó que no se desactivaran los Sistemas de Advertencia de Proximidad a Tierra (GPWS, por sus siglas en inglés); en este punto, Abadie puntualizó que, aunque se llevó el simulador a sus límites, con la aeronave a su peso máximo de despegue, e incluyendo fallas de motor, no se detectaron problemas para la activación de esta alarma. Asimismo se evaluó el ángulo de banqueo y en todos los procedimientos, tanto en vuelo manual como automático, no se registraron problemas.
Por último se realizó una evaluación de maniobrabilidad del avión con los procedimientos, y, luego de confirmar que se cumplieron con todos los parámetros, se llegó a la conclusión de que no se necesita ningún adiestramiento especial más allá del que el piloto normalmente ya tiene para volar en cualquier aeropuerto o en cualquier circunstancia.
