El Fondo Sectorial de Investigación para el desarrollo aeroportuario y de la navegación aérea –integrado por Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA) y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt)– desarrolló un par de módulos dispensadores y autotanque, similares a las unidades operadas por ASA y que servirán para la capacitación continua del personal tanto operativo como de mantenimiento.
Estos módulos tienen como propósito simular las operaciones de carga de combustible de aviación, imitando a equipos especializados que se usan en la entrega de combustible al ala del avión (into-plane).
Así, se prevé que la capacitación al personal técnico en el manejo y supervisión para el suministro de combustibles de aviación sea más eficiente, mediante la realización de entrenamientos prácticos que simulen la situación real del proceso.
También, se podrán recrear situaciones de falla de equipos e instruir al personal de mantenimiento acerca de su detección y resolución. Esto permitirá reforzar el cumplimiento de la normas nacionales e internacionales que rigen en el ámbito aeronáutico en materia de combustibles de aviación.
El proyecto corrió a cargo del Centro de Ingeniería y Desarrollo Industrial, y se elaboró en dos etapas, mismas que permitieron desarrollar el módulo de suministro-dispensador para uso en la Red de Hidrantes y Autotanque.
Con la derogación del artículo 9 transitorio del Reglamento de la Ley General de Aeropuertos –que puso fin a la exclusividad de ASA en el mercado de turbosina–, y la publicación de las tarifas de almacenamiento de combustibles que la dependencia cobrará a terceros interesados en usar alguna de sus 60 estaciones en el país, este 2018 se abrió la puerta a que concesionarios ofrezcan el servicio de suministro into-plane a los operadores aéreos. De ahí la importancia de estas capacitaciones.
De acuerdo con datos de la Secretaría de Energía, al 16 de mayo de 2018 estaban vigentes 82 permisos de importación de turbosina.
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