De acuerdo con información de Firstpost, durante la semana del 24 y el 29 de junio, los aeropuertos de Estados Unidos registraron más de 50,000 vuelos afectados, entre cancelaciones y retrasos.
De estos cerca de 43,000 vuelos fueron retrasados y más de 7,700 fueron cancelaciones, dejando a numerosos turistas varados en los aeropuertos, situación que propició acusaciones en contra de las aerolíneas por maltrato al cliente y debido a las largas filas de espera, tanto vía telefónica como en presencial.
Además de las afectaciones que causaron las tormentas eléctricas sobre los Estados de la Costa Este, los directivos de las principales aerolíneas del país culparon de la situación a la Administración Federal de Aviación (FAA) por una mala gestión del espacio aéreo.
Sin embargo, el organismo regulador se defendió argumentando que sufrió un fallo técnico de los sistemas en el área de Washington, lo que incidió en la operatividad.
United Airlines reportó la mayoría de las afectaciones, con 19% del total de sus vuelos suspendidos y cerca del 47% con disrupciones. Scott Kirby, CEO de esta aerolínea, aseguró que estos problemas se debieron a la falta de personal de operatividad en el tráfico aéreo.
A estas acusaciones se suma el importante aumento en la demanda de viajes en esta temporada de verano y dificultades operativas en aeropuertos, en parte debido a la falta de personal, así como al mal clima en algunos casos.
Muchos de estos usuarios iban a aprovechar la temporada de vacaciones que implican los festejos por el Día de la Independencia de ese país, que se conmemora el 4 de julio, en el cual aprovechan para viajar a destinos como el caribe mexicano o República Dominicana.
