JetBlue, en colaboración con sus socios, estableció el primer suministro regular de combustible de aviación sostenible (SAF) para vuelos comerciales en la región en el Aeropuerto Internacional John F. Kennedy de Nueva York.
Este logro se concretó tras que el verano pasado se anunciara un acuerdo de 12 meses entre la aerolínea y World Fuel Services, una empresa de World Kinect, para al menos 1 millón de galones de SAF puro suministrados por Valero Marketing and Supply Company, una subsidiaria de Valero Energy Corporation.
Este suministro se consiguió en parte a los socios corporativos que ayudan a cubrir el costo adicional respecto al combustible tradicional para aviones. Se podrían proporcionar 4 millones de galones adicionales de SAF puro bajo los términos del acuerdo, con el apoyo de los socios corporativos.
“JFK ha sido el hogar de JetBlue durante 25 años, y nuestras operaciones aquí deberían establecer el estándar que imaginamos para toda nuestra red”, dijo Ursula Hurley, directora financiera de JetBlue.
“Gracias a los muchos equipos y socios que han ayudado a hacer esto posible. Incorporar SAF en nuestros vuelos es una herramienta importante para descarbonizar la industria de la aviación, y expandir su disponibilidad en nuestros aeropuertos del noreste es un gran paso”, añadió.
Diamond Green Diesel LLC, una empresa conjunta entre una filial de Valero y una filial de Darling Ingredients Inc., produce el combustible y Valero luego lo junta con combustible para aviones convencional para crear SAF mezclado, esta mezcla se entrega a través de la infraestructura de distribución de combustible existente por World Fuel, donde es reclamado por JetBlue para el uso en su flota en el Aeropuerto JFK.
El SAF mezclado es un producto compatible con las aeronaves e infraestructuras existentes y puede reducir las emisiones de gases de efecto invernadero durante su ciclo de vida en aproximadamente un 80%, en comparación con el combustible convencional actual para aviones.
Un estudio en 2021 realizado por la autoridad portuaria de Nueva York y Nueva Jersey y el laboratorio nacional de Energía Renovable evaluó las formas en que el SAF podría ser transportado a los aeropuertos de la zona utilizando la infraestructura de abastecimiento existente.
