Desde que Airbus inició sus operaciones en México, allá por los años 80, se vislumbraba que nuestro país podría ser un excelente pivote para que las aerolíneas de todo el continente decidieran adquirir este avión que apenas era conocido en nuestros países, inundados como estábamos de Douglas y Boeing. La entrada no fue fácil y tuvo que ser de la mano de los pilotos de ASPA que en ese entonces poseían la aerolínea chartera LaTur.

Los aviones de propulsión eléctrica están cerca de integrarse en el ecosistema de la aviación mundial. Gracias a los avances tecnológicos, los pequeños aviones eléctricos ya son una realidad, y se espera que estos aviones sean el primer paso hacia la constitución de flotas totalmente eléctricas en el mercado de los taxis aéreos de corto recorrido, que engloban rutas de entre 200 y 500 millas náuticas.

Electric powered aircraft are close to being integrated into the global aviation ecosystem. Thanks to the progress in technology, small electric airplanes are already a reality, and it is expected that these airplanes will be the first step towards the constitution of fully electric fleets in the market for short-haul air taxis, that encompass between 200 and 500 nautical miles routes.