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20/05/2025

Ómicron y el quiebre de la recuperación

Aún es imposible de determinar el número de vuelos que se cancelarán en esta temporada de invierno en el mundo, resultado de la nueva cepa del Covid-19, a la que se ha unido el componente climático en algunos lugares. Ómicron vino a dar al traste con los planes de recuperación en esta temporada alta y aunque hay quien dice que es último coletazo de la pandemia, la verdad es que rompió la tendencia alcista y los pronósticos optimistas para que el 2022 fuese el año en que el tráfico llegara al menos al 85% o más del que hubo en 2019.

El gran reto del 2022: contención epidemiológica

Comenzamos el nuevo año con una nueva amenaza global en ciernes. Pareciera ser un mal ya conocido, un viejo adversario. Pero en realidad se trata de un reto nuevo, un actor novedoso en un entorno que se presupone -equivocadamente- preparado. Se trata de la variante Ómicron del COVID-19. Llevamos ya casi dos años con este mal, y el primero de ellos cerró por completo la actividad global como nunca lo habíamos visto, y nunca lo hubiéramos esperado.

Conciencia situacional

Últimamente, hemos seguido en redes y noticias algunos incidentes aéreos de aerolíneas internacionales que, afortunadamente, no han causado fatalidades, pero que parecen ser una nueva llamada de atención a toda la industria aérea mundial.

Solo por recordar algunos más recientes, tenemos a un B767 de United Airlines que inició rodaje aun cuando la barra que conecta al tractor que lo remolca con el tren de nariz no había sido removida.

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