Boeing podría necesitar entre unas cuantas semanas y tres meses para arreglar el nuevo problema encontrado por la Administración Federal de Aviación (FAA) en su flota de aviones MAX, señaló una fuente cercana a Bloomberg.
En esta semana, la FAA emitió un comunicado señalando que en algunas pruebas de simulador había encontrado una nueva falla en los aviones MAX -sin especificar cuál fue- y que Boeing debía atender este fallo inmediatamente antes de que el avión pudiera regresar a operar comercialmente.
La empresa constructora cree que una actualización del software será suficiente para atender este desperfecto, en cambio la FAA no está segura si se necesitará un arreglo más complejo y caro, señaló la fuente.
La flota global de aviones MAX está en tierra desde marzo, tras el accidente ocurrido en Etiopía, el segundo en menos de cinco meses. Desde entonces, Boeing trabaja en la actualización de su software MCAS, posible responsable de ambos accidentes.
De igual forma, Boeing informó que los aviones podrían estar de vuelta en el cielo para septiembre. Sin embargo, empresas como Southwest ya anunciaron que sus flotas MAX se mantendrán en tierra, cuando menos, hasta octubre, y que esto mantendrá un total de 150 cancelaciones diarias.
It is not beyond the realm of possibilities that we are still closer to the beginning of the 737 Max grounding, than the end.
— Jon Ostrower (@jonostrower) 27 de junio de 2019
A la par, la armadora continúa con la construcción mensual de 42 unidades MAX, las cuales ya está almacenando hasta en el estacionamiento de empleados de Boeing en Seattle, de acuerdo con fotografías publicadas en redes sociales. Originalmente, Boeing planeaba entregar 362 aviones MAX en 2019, pero es posible que este número caiga a 236, señalan especialistas.
Update: If you’re wondering how the 737 MAX crisis is going...Boeing are now parking the grounded jets in the employee car park...#overflow pic.twitter.com/VmGOpmcPsi
— Alex Macheras (@AlexInAir) 26 de junio de 2019
Bloomberg señaló que la posible nueva falla en la familia de aviones de fuselaje estrecho está relacionada con un chip.
“Los pilotos de prueba de la FAA recibieron, por parte de Boeing, información acerca de este chip y luego, durante la prueba, los pilotos de la FAA sintieron que el avión no respondió de la manera correcta” señaló Peter DeFazio, demócrata y líder del Comité de Transporte e Infraestructura.
“Posteriormente, los pilotos de la FAA simularon un problema con el chip o el software. No están totalmente seguros que sea el chip, bien puede ser el software que se relaciona con el chip. Pero no están 100% seguros” añadió De Fazio.
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