El pasado 23 de febrero en Washington, en un evento de la Cámara de Comercio de los Estados Unidos -mercado de defensa-, al que acudieron ejecutivos de empresas, inversionistas y oficiales tanto del Pentágono como de la Agencia de Desarrollo Espacial/Space Development Agency (SDA), en lo que se perfila como el reequipamiento intensivo de la fuerza espacial, y en el que las agencias gubernamentales están comprando cientos de satélites comerciales -los planes de defensa del Pentágono incrementan su dependencia de tecnologías del sector privado- para construir una constelación de órbita baja terrestre (LEO) expandida para comunicaciones militares y seguimiento de misiles, como contrapeso a las capacidades chinas y rusas en la misma LEO, se dieron señales importantes sobre la estrategia comercial para la Fuerza Espacial / US Space Force (USSF).
Los inversionistas que respaldan a las empresas del sector de defensa espacial desearían ver una aceptación generalizada del Departamento de Defensa (DoD) de los productos y servicios espaciales comerciales, ver subvenciones para investigación y programas piloto. Sin embargo, les genera dudas confirmar si el Pentágono utilizará los servicios comerciales de manera sustancial como lo hace la NASA con sus programas de exploración y transporte espacial como el Commercial Lunar Payload Services (CLPS). Los inversionistas y analistas de empresas espaciales perciben algunas señales de demanda en la industria, pero les gustaría que estas señales se amplificaran y se convirtieran en compromisos viables en el futuro inmediato.
El capital de riesgo tradicionalmente prefiere retornos (ROI) rápidos de empresas de vertiginoso crecimiento, aunque con el difícil entorno de recaudación de fondos actual, los capitalistas de riesgo saben que los contratos de defensa del Pentágono ofrecen un flujo constante de negocios y que el mercado del DoD es demasiado grande como para ignorarlo, dado el cada vez más restringido acceso al capital; aunque los cronogramas del programa de defensa sean problemáticos para los capitalistas. Los tiempos han cambiado y aunque a esos inversionistas actualmente no les agrada la incertidumbre, tendrán que equilibrar los riesgos de buscar oportunidades comerciales con los riesgos de hacer negocios con el gobierno, a través de -al menos- la promesa de anticipos de pagos.
Si un proyecto de defensa no tiene futuro o es inviable, se debe esperar a desarrollar rápidamente un mercado comercial y hay mucho trabajo por hacer allí para entender cómo desarrollarlo de manera sostenible. Por ejemplo en el mercado de imágenes comerciales, una de las quejas recurrentes de las empresas es que la USSF no ha identificado qué actividades planea comercializar, aunque continúa financiando subvenciones de Investigación de Innovación para Pequeñas Empresas/ Small Business Innovation Research (SBIR) y otros programas pioneros o pilotos para evaluar tecnologías comerciales, que son buenos para la experimentación, pero que no envían una señal positiva al mercado.
Las asociaciones comerciales a 10 años con tres empresas que proporcionan imágenes satelitales electro ópticas y acuerdos por un valor de casi 5 mil millones de dólares, son vistas como una señal importante del mercado. Pero, las empresas quieren que la USSF haga lo mismo en áreas como el análisis de datos comerciales y la obtención de imágenes satelitales. Si dijeran que hay miles de millones de dólares para los siguientes 10 años, sería una señal clara de que tienen un capital reservado para esto, y no sólo para pilotos. A pesar de ello, la USSF continúa trabajando su plan para asociarse (subcontratar) con la industria comercial y actualmente se coordina con el DoD en la esperada estrategia comercial para asociarse con compañías espaciales privadas que están en sus etapas finales y que pueden competir por contratos futuros a medida que la USSF toma forma a través del DoD y da pasos firmes destinados a remodelar tanto a la Fuerza Aérea (USAF) como a la USSF para concentrar recursos en la acérrima competencia estratégica con China.
El jefe de la USSF, el general Chance Saltzman, declaró el año pasado que su oficina trabajaba en un plan para integrar los servicios satelitales comerciales de la USSF en las actividades militares, con el objetivo de aprovechar la innovación del sector privado para modernizar los sistemas heredados, por lo que se prevé que la estrategia espacial comercial está muy cerca de completarse. El retraso deriva debido a que se está coordinando con la oficina de política espacial del Pentágono, que está a cargo de redactar la estrategia espacial comercial. La USSF se apoyará en el sector privado para obtener datos de seguimiento espacial ya que el Comando de Operaciones Espaciales requiere la capacidad de análisis e interpretación de datos pues espera que la conciencia del dominio espacial/Space Domain Awareness (SDA), sea un área donde las capacidades del sector privado sean cada vez más necesarias. Con mayor congestión y amenazas a los satélites en órbita, la USSF necesitará capacidades de análisis y datos de seguimiento espacial más sofisticadas que permitan transformar los datos sin procesar, en inteligencia procesable, sobre las actividades en órbita para el Comando de Operaciones Espaciales, responsable de entrenar y desplegar fuerzas listas para el combate. Los servicios proporcionados por los satélites comerciales pueden cubrir capacidades críticas, pero la USSF tiene que analizar cuidadosamente los pros y contras en comparación con los sistemas de propiedad gubernamental y las actividades realizadas por personal militar; donde puedan proporcionar utilidad operativa, resiliencia de la misión, reconstitución rápida y respaldo para la capacidad central que cumpla con los requisitos de la misión.
Los datos meteorológicos son indudablemente cruciales para las operaciones militares. Existe una cartera de sensores espaciales valorada en 24.000 millones de dólares, incluidos sistemas de alerta y seguimiento de misiles, y satélites de vigilancia medioambiental. Los sistemas de alerta y seguimiento de misiles consumen la mayor parte de ese financiamiento y los satélites meteorológicos no reciben el mismo nivel de financiamiento. En ese ámbito la USSF desarrolla un pequeño satélite meteorológico llamado Sistema Meteorológico Electroóptico/Infrarrojo (EO/IR) (EWS). El primer EWS está programado para lanzarse en 2025. La USSF tiene fondos para un segundo satélite EWS que se lanzará en 2028 y planea desplegar un CubeSat EO/IR este año para una demostración de tecnología. Asimismo, adquirió dos satélites de microondas de seguimiento del sistema meteorológico (WSF-M), destinados a reemplazar algunas de las capacidades proporcionadas anteriormente por el Defense Meteorological Satellite Program (DMSP); el primer FSM-M se prevé lanzar también este año.
La conciencia sobre el dominio espacial es un área en la que las empresas comerciales pueden apoyar, aprovechar la capacidad de análisis, interpretación de datos y velocidad en los ciclos de decisión. Los funcionarios de la USSF señalan que los datos por sí mismos no son útiles a menos que puedan analizarse e interpretarse rápidamente, por lo que se requiere inteligencia procesable para transformar esa información en efectiva para la toma de decisiones. La conciencia del dominio espacial se refiere a la capacidad de detectar, rastrear e identificar objetos en órbita, así como monitorear el clima espacial y otras actividades que podrían afectar las operaciones de satélites militares, lo cual se considera crucial para cosas como advertir sobre posibles colisiones con satélites o detectar posibles amenazas de adversarios. Los oficiales de la USSF señalan que la cantidad de satélites y objetos de desechos espaciales en órbita ha aumentado considerablemente, lo que dificulta su seguimiento, mantenimiento de la custodia de amenazas y prevención efectiva de colisiones, y destacan que los sistemas heredados diseñados para catalogar objetos en el espacio son insuficientes y obsoletos, para las complejidades de las operaciones espaciales modernas, que requieren mayor energía espacial en áreas de misión por explorar, por lo que la estrategia comercial es un proceso colaborativo con socios, aliados comerciales y el Comando de Operaciones Espaciales, el documento (estrategia) examina cómo la USSF debería asociarse con la industria espacial comercial, coordinado por la política espacial del Pentágono y será público próximamente.
Es un hecho que los esfuerzos del Pentágono por incorporar tecnología de punta a los programas de defensa, se están sumando en una estrategia militar de integración espacial que busca aprovechar los avances en la tecnología espacial comercial para mantener una ventaja competitiva sobre China, ahora vista como el principal competidor militar de los Estados Unidos. El DoD está desarrollando la primera estrategia de integración espacial comercial para garantizar la disponibilidad de soluciones espaciales comerciales durante la competencia, las crisis y los conflictos. La estrategia de integración espacial es relevante para la innovación en el espacio y hay grandes oportunidades que el DoD puede aprovechar, como las rápidas tasas de actualización de tecnología y producción que el sector comercial puede proporcionar. El informe anual del Pentágono sobre las capacidades militares chinas presentado al Congreso el año pasado advirtió que China está cerrando brechas que alguna vez fueron sustanciales con las tecnologías espaciales estadounidenses, aumentando la posibilidad de que los chinos puedan ganar ventaja en un conflicto futuro atacando satélites estadounidenses.
El avance de China es la principal preocupación del Pentágono, por lo que asociarse con el sector privado es vital para superar a Beijing en el desarrollo de tecnología de punta. Aunque el Pentágono necesita hacer más para atraer la innovación comercial ya que tiene enfrente el desafío de que el sector comercial realmente considere al DoD como un socio fuerte. Otras iniciativas incluyen un proyecto para desarrollar rápidamente flotas de vehículos y plataformas no tripulados utilizando inteligencia artificial y otras tecnologías comerciales avanzadas, impulsadas como una lección de la guerra de Ucrania contra las fuerzas rusas.
Aparte de la estrategia de integración espacial comercial, el DoD y la USSF están haciendo planes para establecer una reserva espacial comercial para garantizar que el ejército estadounidense tenga acceso a satélites comerciales durante conflictos potenciales. En el marco del programa conocido como Reserva Espacial de Aumento Comercial/Commercial Augmentation Space Reserve (CASR), el DoD podría firmar acuerdos con empresas para garantizar que servicios como las comunicaciones por satélite y la teledetección tengan prioridad para el uso del gobierno de Estados Unidos durante emergencias de seguridad nacional. El proyecto CASR está dirigido por el Comando de Sistemas Espaciales de la USSF, el objetivo es reclutar empresas para que participen en el programa en tiempos de paz, con el incentivo de que obtendrían grandes contratos de servicios, si fueran necesarios durante conflictos o crisis; para motivar a las empresas a formar parte de CASR, la USSF les daría acceso a juegos de guerra, permitiéndoles acceso a ejercicios para que comprendan mejor cómo se utilizan los servicios basados en satélites.
En este contexto, la USSF se prepara para una importante adquisición de satélites de comunicaciones estratégicos que proporcionen comunicaciones con capacidad de supervivencia nuclear para el ejército estadounidense y las autoridades de comando nacional. El Comando de Sistemas Espaciales emitió una solicitud de propuestas a principios del 2024 para la constelación del Sistema Evolucionado de Comunicaciones Estratégicas por Satélite/Evolved Strategic Satellite Communications System (ESS), un programa cuyo valor se estima en nos 8 mil millones de dólares, el objetivo es iniciar la producción en 2025 y disponer de una nueva constelación en 2030. La USSF se opone a la tendencia de precio fijo para los satélites de comando nuclear por lo que otorgará contratos con costo adicional para el próximo ESS. El área de adquisiciones de la USSF rechazó utilizar contratos de precio fijo para el ESS, considerado un componente crítico del comando, control y comunicaciones nucleares (NC3) del ejército estadounidense, una red que proporciona comunicaciones con capacidad de supervivencia nuclear. Anteriormente se daba preferencia a los contratos de precio fijo como medio para controlar los costos e incentivar la eficiencia en las adquisiciones de satélites, pero se hizo una excepción para el programa ESS. Boeing y Northrop Grumman fueron seleccionados en 2020 para construir prototipos de satélites ESS, pero la USSF sugirió que estos diseños no están lo suficientemente maduros para pasar a la producción a precio fijo. La USSF lleva a cabo un programa independiente para el segmento terrestre del ESS y seleccionó a Lockheed Martin y Raytheon para desarrollar conceptos de sistemas terrestres competidores. El programa ESS también cuenta con un segmento criptográfico, o sistemas que proporcionan un cifrado seguro de los datos en las cargas útiles y los buses de los satélites ESS.
Como puede observarse, la USSF se prepara en serio para enfrentar con capacidades de primer nivel el sofisticado desarrollo espacial alcanzado por China en tan solo 30 años. Es un hecho que los chinos están empeñados en rebasar el dominio espacial americano en los siguientes lustros, prueba de ello es la cantidad de lanzamientos (más de 100 misiones espaciales) que tienen previstos tan solo para este año, además de su laboratorio espacial, su estación espacial lunar y su misión tripulada a la Luna en 2030, entre otros objetivos de su ambicioso programa espacial.
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