Tras un año de negociaciones, la ciudad de Chicago llegó a un acuerdo para expandir en un 25 por ciento el Aeropuerto Internacional O’Hare, en un proyecto que tendrá un costo aproximado de 8.5 mil millones de dólares.
Este nuevo proyecto, que en parte fue impulsado por la aerolínea United Airlines, tendrá una duración de ocho años, modernizará las terminales 1, 3 y 5 y demolerá la terminal 2 para que ésta se reconstruya e incorpore una nueva área de llegadas internacionales.
“Este plan es un parteaguas para la ciudad de Chicago pues creará cientos de miles de empleos y potenciará la posición de nuestra ciudad como un líder nacional y global de viajes, turismo y comercio”, señaló el alcalde Rahm Emanuel.
Por su parte, el CEO de United, Oscar Munoz, señaló que con esta expansión podrán atender mejor a los 36 millones de clientes suyos que vuelan año con año a O’Hare.
Las modificaciones a las terminales del aeropuerto harán que éstas crezcan en más de 60 por ciento, pues pasarán de 500 mil metros cuadrados a más de 820 mil, informó el gobierno de Chicago.
Pero no todos están de acuerdo. La aerolínea American Airlines se opone a la expansión del O’Hare pues acusan que es un premio de último momento para otorgarle más puertas a United Airlines, que utiliza este aeródromo como Hub principal.
“El trato de United disminuiría nuestra capacidad de competir y permitiría que la aerolínea más importante en O’Hare se expanda en tamaño durante los próximos años”, señaló American Airlines en un comunicado y aseguró que de toda esta situación hay un claro ganador, United y varios perdedores, los viajeros de Chicago y American Airlines.
Sin embargo, de acuerdo con reportes de diarios como el Chicago Tribune, parece poco probable que American Airlines logre –o quiera de verdad– detener la ampliación del aeropuerto O’Hare.
