Los retrasos de vuelos, ya sea que fueran provocados por condiciones atmosféricas difíciles o por aeropuertos congestionados, podrían ser cosa del pasado. Al menos en teoría.
Y es que el científico holandés, Henk Hesselink, desarrolló el concepto Endless Runway (en inglés ‘la pista sin fin’), un diseño de aeropuerto circular que ataca al mismo tiempo los problemas de falta de capacidad y la seguridad en los aterrizajes y despegues ante viento cruzado. Incluso, asegura, traerá beneficios ambientales al reducir el uso de combustible y el espacio necesario para su construcción. ¿Se logrará?
