Airlines for Europe (A4E) lamentó la aprobación que hizo este martes la Comisión de Transporte del Parlamento Europeo a la propuesta de permitir a los viajeros llevar sin cargo adicional un artículo personal en cabina —un bolso de mano o una mochila—, así como un equipaje de mano de hasta siete kilogramos.
Actualmente, muchas aerolíneas de bajo costo solo permiten un artículo pequeño a bordo con el boleto básico, cobrando un cargo adicional por otro tipo de equipaje de mano.
“La Comisión ha aprovechado esta votación para introducir, de forma indirecta, enmiendas específicas al transporte aéreo que limitan la libertad de elección de los pasajeros y su capacidad para decidir qué servicios quieren pagar y, lo que es más importante, cuáles no”, externó A4E en un comunicado.
Ya desde inicio de semana la organización, que representa a 16 operadores y consorcios como Air France-KLM, Lufthansa Group, IAG, rechazó y criticó esta propuesta, postura que también tuvo la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA).
Matteo Ricci, legislador de centroizquierda y principal promotor del proyecto, sostuvo que la medida busca evitar a los pasajeros “costos adicionales injustificados”, de acuerdo a información publicada por el medio France 24.
La medida se aplicaría a todos los vuelos que salgan o lleguen dentro de la Unión Europea —que actualmente cuenta con 27 países—, y fue adoptada como parte de un paquete de enmiendas a las normas sobre los derechos de los pasajeros propuestas por la Comisión Europea.
Otras de ellas fue atender el fenómeno del freeriding digital, el cual se da cuando intermediarios en línea (plataformas como eDreams, Kiwi, Trip.com o Expedia) venden boletos o paquetes de viaje sin asumir responsabilidades si algo sale mal, como retrasos, cancelaciones o mal servicio.
En su mismo comunicado donde rechazan la propuesta de la maleta de mano en cabina gratis, A4E aplaudió la medida contra el freeriding, pues la considera importante para “definir claramente los deberes y responsabilidades de todas las empresas que venden servicios de viaje, en particular de los intermediarios en línea, cuyo crecimiento ha sido acelerado y que buscan comercializar viajes sin asumir responsabilidades cuando algo sale mal”.
Las propuestas deberán ahora someterse a votación en el pleno del Parlamento Europeo, lo que está programado para este otoño, y están sujetas a cambios, ya que deberán ser negociadas con los Estados miembros y aprobadas antes de que puedan entrar en vigor.
