La Asociación de Fabricantes de Aviación General (GAMA) indicó que está intensificando sus esfuerzos para convencer a los legisladores europeos y al público sobre la importancia de la aviación de negocios y general para la cadena de valor tecnológico regional.
Antes de la elección del nuevo Parlamento Europeo en junio, Pete Bunce, director ejecutivo de GAMA, está enviando a los operadores en el continente este mensaje, el cual llega en medio de un aumento del escrutinio sobre la contribución del sector al cambio climático.
“En Europa, tradicionalmente, las entregas de aeronaves de aviación de negocios representaban alrededor del 20% de las entregas globales, pero en 2023 fue solo del 12%. Entregamos solo 88 jets de negocios a Europa, el número más bajo de jets de negocios desde que comenzamos a hacer seguimiento por segmento geográfico”, dijo Bunce en la feria Aero Friedrichshafen.
Bunce afirmó que la industria de la aviación es crucial para los avances tecnológicos, también en Europa.
“La aviación es una incubadora tecnológica. Si atacas eso, inhabilitas la capacidad de avanzar hacia una aviación sostenible”, afirmó Bunce.
Añadió que hay mucho trabajo por hacer con la industria y el nuevo parlamento para enfatizar cómo nuestro segmento impulsará nuestro objetivo de cero emisiones netas para 2050.
“Sin cadenas de suministro integradas, las nuevas empresas de aviación no pueden tener éxito, y la aviación de negocios es un elemento clave en esto”, afirmó.
En febrero, GAMA dijo que las entregas de aeronaves de aviación de negocios y general el año pasado superaron las 4,000 a nivel mundial por primera vez en más de una década. Además de las fuertes cifras de ventas, las estadísticas de GAMA muestran “reservas de pedidos robustas y en crecimiento para todos los segmentos de aeronaves”.
Sin embargo, los fabricantes de aeronaves, al igual que sus pares en la aviación comercial, enfrentan problemas de cadena de suministros, escasez de mano de obra y un aumento en la supervisión regulatoria, en numerosas jurisdicciones.
Además, los esfuerzos por restringir la aviación de negocios y general están aumentando, especialmente en Europa, donde la sensibilidad a los factores que aceleran el cambio climático es alta, según datos de FlightGlobal.
