La Agencia Federal Rusa de Transporte Aéreo (Rosaviatsiya) emitió una advertencia a las compañías aéreas rusas acerca del riesgo de que algunos de los aviones que han arrendado puedan ser incautados en el extranjero.
La preocupación se centra en particular en los aviones de pasajeros arrendados por las filiales extranjeras sancionadas de la Compañía Estatal de Arrendamiento de Transporte (GTLK), sin embargo, señaló que los vuelos hacia Bielorrusia y Turquía no se verán afectados por esta medida.
La decisión de emitir esta advertencia se basa en la amenaza de confiscación de aviones pertenecientes a las filiales extranjeras de GTLK, las cuales se encuentran actualmente en proceso de quiebra.
Una fuente informó a Interfax que esta medida fue tomada en respuesta a la incertidumbre financiera que rodea a estas compañías estatales de arrendamiento de transporte.
En mayo de 2023, dos de las filiales de GTLK con sede en Irlanda, GTLK Europe Capital DAC y GTLK Europe DAC, vieron cómo sus activos fueron embargados tras una orden de liquidación emitida por el Tribunal Superior de Irlanda.
Este incidente comenzó a tener un impacto palpable en los horarios de vuelos internacionales, específicamente en los servicios operados por S7 Airlines hacia destinos como Bangkok, Tailandia y Dubai, generando retrasos y complicaciones para los pasajeros.
Es importante destacar que esta advertencia de Rosaviatsiya se produce en un contexto más amplio de sanciones internacionales impuestas a Rusia. En enero de 2023, la aerolínea de bandera rusa, Aeroflot, adquirió 10 aviones Boeing 777 que habían quedado varados en manos de empresas irlandesas de arrendamiento.
Esta adquisición aparentemente se realizó como un intento de sortear las sanciones internacionales que se habían impuesto a Rusia en respuesta a la invasión en Ucrania por parte de las fuerzas rusas.
