Wizz Air está trabajando para establecer una serie de objetivos de reducción de emisiones de carbono, que deberán validarse antes de finales de 2023.
En junio, recibió por tercer año consecutivo el título de “Aerolínea de bajo costo más sostenible”, otorgado en los World Finance Sustainability Awards.
Yvonne Moynihan, directora corporativa de Wizz Air Group, compartió estrategias de sustentabilidad de la aerolínea, además de las diferentes iniciativas que está realizando en esta área.
Aseguró que la métrica de sostenibilidad central, a la que Wizz Air presta más atención, es el CO2 por pasajero por kilómetro, una medida de la intensidad del carbono.
Este es un indicador que la mayoría de las aerolíneas monitorean y en el que Wizz Air, según su último informe anual del año hasta el 31 de marzo de 2023, tiene una ventaja sobre sus competidores, con 53.8 g por pasajero por km.
Moynihan aseguró que cuanto más renuevan su flota, mejor se vuelve este indicador, y esto es gracias a la eficiencia del Airbus A321neo, que reduce el consumo de combustible.
Explicó que, además de los informes requeridos por el Sistema de Comercio de Emisiones de la UE, Wizz Air está comprometida a alinear sus objetivos de descarbonización con la Iniciativa de Objetivos Basados en la Ciencia (SBTi).
Esto significa que Wizz Air ahora está trabajando para establecer una serie de objetivos de intensidad de carbono que deberán validarse antes de finales de 2023.
Reveló que la aerolínea está dentro del proyecto Airbus ZEROe, el plan del fabricante europeo para lanzar una familia de aviones propulsados por hidrógeno para 2035.
En este caso, Wizz Air desempeña un papel consultivo en el proyecto, ayudando a Airbus a trazar los requisitos de dichos aviones propulsados por hidrógeno.
Además, Wizz también participa en otro proyecto, llamado Alliance for Zero Emission Aviation (AZEA), una iniciativa público-privada paneuropea destinada a facilitar el despliegue de la infraestructura de hidrógeno para el sector de la aviación en Europa.
Ante esto, indicó que el uso de hidrógeno está lejos de sus planes, por lo preferirán el combustible de aviación sostenible (SAF).
