El director general de Azul, John Rodgerson, afirmó que la compañía ha experimentado cambios estratégicos en sus operaciones en América del Sur, por lo que ahora no ve rentable expandirse a otros destinos como Argentina y Chile.
Antes de la pandemia de COVID-19, Azul tenía una presencia significativa en Argentina, pero disminuyó a lo largo de 2019 y principios de 2020.
Si bien la pandemia influyó en la disminución de sus operaciones, desde entonces la aerolínea ha fortalecido su presencia en Uruguay, ampliando sus rutas desde Montevideo (MVD) y Punta del Este (PDP).
En los últimos meses, Azul capitalizó nuevas oportunidades de crecimiento al lanzar rutas a destinos como París Charles de Gaulle (CDG) y Curazao (CUR), este movimiento estratégico ha sido respaldado por precios de combustible favorables y una reestructuración de su deuda.
Sin embargo, al ser consultado sobre los planes futuros para Sudamérica, Rodgerson descartó expandirse a otros destinos de la región.
Según Rodgerson, los vuelos a Buenos Aires, Argentina, y Santiago, Chile, no forman parte de los planes de Azul, ya que la empresa no los considera oportunidades viables.
Destacó que Copa Airlines cubre las regiones del norte de Sudamérica, a través de acuerdos de código compartido, sin embargo, la falta de alianzas en otros países limita la capacidad de Azul para expandirse a nuevos destinos en la región.
Azul operó en Argentina desde marzo de 2017 hasta marzo de 2020, transportando un total de 853,879 pasajeros, siendo 2019 su año más exitoso en términos de volumen de pasajeros, de acuerdo con información de Aviacionline.
