Only Wanderlust, sitio web de recursos de viajes, encuestó a más de 1,500 viajeros sobre los pasajeros más molestos de un avión.
“Muchos de nosotros estamos volando otra vez, después de un largo tiempo debido a la pandemia”, aseguró Amar Hussain, fundador de Only Wanderlust.
Sobre la intención de la encuesta, indica Hussain, es para saber cuál es la molestia más común y además se clasificó el uso inadecuado de cubrebocas, que es una nueva adición a los viajes aéreos, según retoma Travelandleisure.
De acuerdo con Only Wanderlust, las molestias comunes de los pasajeros de las aerolíneas se pueden clasificar de la siguiente manera:
El pateador, referido a cuando alguien patea el asiento; mal olor, cuando un pasajero tiene mal olor corporal; ruidoso y orgulloso, respecto a otros pasajeros hablando en voz alta; que alguien se apoye o mueva el asiento; el viajero borracho, cuando alguien ingiere o ingirió bebidas alcohólicas; el niño ruidoso, bebés o niños que lloran.
También están las clasificaciones que se refieren al asiento reclinable frente al viajero; el perfumado, cuando un pasajero usa perfume o colonia fuerte; quienes no usan sus cubrebocas de manera correcta; el pasajero que ronca; el pasajero que se quita los calcetines o los zapatos; el ansioso, pasajeros de pie y recibiendo bolsas en cuanto aterriza el avión; la comida o alimentos malolientes; las personas que se levantan de sus asientos con regularidad para ir al sanitario, y los viajeros hablando contigo durante el vuelo.
Sin dejar de lado la clasificación del vecino de viaje ocupando todo el reposabrazos; el demasiado relajado, que pone los pies sobre su asiento o entre ellos; el aplaudidor, pasajeros aplaudiendo cuando aterriza el avión; los que abren demasiado las piernas; el ave nocturna, referido a las pantallas brillantes de teléfonos o tabletas en vuelos nocturnos, entre otros.
Dos de cada tres encuestados dijeron que las personas sí tienen derecho a reclinarse y, en cuanto a este comportamiento, Wanderlust consultó a varias aerolíneas para solicitar su opinión.
Es resultado fue que “no existe una política sobre el derecho a reclinarse”; ante esto, si el pasajero reclinado en el asiento de enfrente o trasero es problemático, se debe pedir de manera amable que mueva su asiento hacia arriba o, en determinado caso, que se hable con un asistente de vuelo para apoyar en esta situación.
