Por Juan Carlos Vázquez
Actualmente, las aerolíneas y los arrendadores de aviones han logrado una importante recuperación desde el comienzo de la crisis mundial de COVID-19, para ello recurrieron a todas las fuentes de liquidez que tuvieron disponibles.
“Sin embargo, el contexto global actual genera nuevamente incertidumbre, volatilidad en las tasas de cambio y mayores costos, al tiempo que mantiene una demanda aún en recuperación”, afirmó Marcelo Mello, director de Finanzas Estructurales y de Activos para Nantes Mello Advogados.
El directivo de la compañía miembro consultora de Asociación Latinoamericana y del Caribe de Transporte Aéreo (ALTA), puntualizó que en el caso de las empresas arrendadoras la han tenido más difícil, ya que por la pandemia recibieron un sinnúmero de solicitudes simultáneas de aplazamiento de pagos, indulgencia y reestructuración de condiciones por parte de sus clientes.
Sin embargo, lograron recuperarse derivado de la gran consolidación lograda mediante fusiones y adquisiciones; así como a apoyo de la banca y el capital privado que facilitaron recursos para que sobrellevaran la peor parte de la crisis.
A inicios de 2022, la industria contaba con cauteloso optimismo frente a las perspectivas de recuperación; sin embargo, el conflicto en Ucrania ha generado mucha incertidumbre lo que ya afectó sustancialmente los niveles de precios del petróleo.
A esto se suma el aumento de la inflación mundial, que aumentará simultáneamente las tasas de escalada para la compra de aeronaves y los costos de financiamiento para los arrendadores.
Marcelo Mello añadió que ALTA desempeña un papel muy importante al reunir a las aerolíneas de América Latina y el Caribe y ayudar a difundir las posibilidades que existen para resolver los problemas relevantes de la industria, alineando lo que ocurre en la región con las mejores prácticas adoptadas en el extranjero.
