El reino de Noruega dejó de ser accionista de la aerolínea Scandinavian Airlines Systems, luego de vender el 9.88% que poseía, y que tenía un valor aproximado de 63 millones de euros.
Tras esta operación, los principales accionistas que quedan de la aerolínea son Suecia, con 14.8% y Dinamarca, con 14.2%.
“El Gobierno (noruego) ha sido claro desde hace tiempo diciendo que el Estado no era accionista a largo plazo. El Parlamento noruego nos ha dado en varias ocasiones el mandato para vender nuestros títulos, y ahora lo hemos usado”, señaló Torbjørn Røe Isaksen, ministro de Industria y Comercio.
Quienes compraron las acciones de SAS son inversores noruegos y extranjeros, informaron.
SAS nació en 1946, tras la unión de las aerolíneas nacionales de Noruega, Dinamarca y Suecia. En 2001 se convirtió en compañía privada y los respectivos países nórdicos fueron los principales accionistas.
Suecia también buscará vender sus acciones en SAS; Dinamarca aún no señala que lo hará.
La aerolínea ha tenido graves problemas económicos en la última década. En 2017, obtuvo ganancias de 115 millones de euros netos, una pérdida de 13% en comparación con el año previo, y transportó a 29 millones de personas.
