La agenda 2030 prioriza la reducción de emisiones contaminantes en los transportes, sin embargo, los planes de ampliar el aeropuerto de Madrid- Barajas chocan de lleno con este objetivo.
El incremento de capacitar al aeropuerto a 90 millones de pasajeros al año genera grandes dudas para reducir las emisiones a un 43% como pide el Plan Nacional Integrado de Energía y el Clima.
En la visita que el presidente del Gobierno español Pedro Sanchez hizo en FITUR (la Feria Internacional de turismo) el pasado mes de enero, anunció la inversión de 2.400 millones de euros en infraestructuras para la ampliación del aeropuerto de la capital de España Adolfo Suárez Madrid Barajas y cumplir el objetivo de aumentar su capacidad a 90 millones de pasajeros al año. Sin embargo, España tiene una cuenta pendiente y apremiante de reducir los efectos del cambio climático.
El pasado año, 2023 transitaron por Barajas casi 60,5 millones de personas, incrementándose en un 18% respecto al año 2022 según Aeropuertos españoles y navegación aérea (AENA). Este plan estructural de ampliación tiene como objetivo aumentar la gestión de las operaciones aéreas. Además, está la ampliación física de la Terminal T-4 y T-4 Satélite con la construcción de nuevos edificios, así como la remodelación y reorganización de la T-1, T-2 y T-3 con nuevos inmuebles de seguridad y gestión de pasaje.
Con el Plan director junto con el Documento de Regulación Aeroportuaria 2027-2031 (DORA III) anunciado por el presidente del Gobierno, se pretende que el mayor aeropuerto español llegue a una capacidad de 90 millones de pasajeros en 2031.
Esta ampliación está enfocada en dos fases, por un lado, la ampliación física de las terminales y por otro la redistribución del espacio aéreo con el proyecto Ambar del gestor nacional de navegación aérea ENAIRE que comenzó el pasado año 2023.
De llegarse a conseguir este objetivo, el aeropuerto de Barajas se podría convertir en el de mayor tráfico gestionado en Europa, que actualmente lo lidera el aeropuerto de Londres, Heathrow con 80 millones de pasajeros al año. El dilema sería que este considerable aumento del tráfico aéreo supondría un gran incremento de emisiones contaminantes.
El sector aéreo, a nivel global, genera cerca de 6% de elementos contaminantes según la Agencia Europea de Seguridad Aérea y la Comisión Europea. Es el segundo tipo de transporte más contaminante después del transporte por carretera. Genera el 14% de emisiones nocivas para el medio ambiente. Y España no se libra ya que en los últimos años el crecimiento del transporte aéreo ha aumentado un 34% superando a países de la Unión como Alemania.
Uno de los factores clave de este aumento ha sido la potenciación de los vuelos de medio y largo radio frente a los domésticos. Este tipo de vuelos requieren de aviones más grandes lo que, a priori, se contamina y se emite más gases. Los incrementos de óxido de nitrógeno. CO2 y partículas en suspensión, con este objetivo, serían del 23% según Ecologista en Acción.
Esta nueva ampliación ( hub) de Barajas, se traduciría en un aumento del PIB español, en concreto en la Comunidad de Madrid compitiendo de forma directa con los grandes aeropuertos europeos como Londres Heathrow, París, Charles de Gaulle o Amsterdam Schiphol.
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