Mucho se ha hablado en las últimas décadas sobre el supuesto beneficio de conducir un vehículo en tierra o realizar vuelos nocturnos utilizando lentes con filtro color ámbar para mejorar la capacidad visual, los contrastes y en general el rendimiento visual.
Sin embargo recientes investigaciones publicadas en JAMA (Journal of American Medical Association) de un estudio de la Universidad de Harvard cohorte en 22 individuos, en el que se utilizaron gafas de conducción nocturna con lentes amarillas, se mostró que los resultados no parecieron mejorar la detección de peatones por la noche o reducir la asociación negativa entre el brillo de los faros y el rendimiento de la detección de peatones.
En aviación tales filtros pueden generar confusión en la percepción del color en las luces de aproximación.
Estudios realizados en simuladores de vuelo equipados con un simulador Glare o deslumbramiento las gafas de vuelo nocturno con lente ámbar no parecían mejorar la detección de objetos en movimiento por la noche ni reducir los efectos negativos de Glare en el rendimiento de la detección de otras aeronaves o mejorar la calidad de las aproximaciones. Estos hallazgos no parecen respaldar que los profesionales del cuidado de la vista deban aconsejar a los pacientes que usen anteojos de conducción nocturna con lentes amarillos.
