La estructura de la autoridad aeronáutica mexicana, es decir, de la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC), es el problema central que llevó a la degradación de México a Categoría 2 por parte de la Administración Federal de Aviación de los Estados Unidos (FAA), pues no cuenta con el personal necesario para reforzar y atender sus capacidades, señaló Rosa María Montero, abogada en derecho aeronáutico y experta en la industria.
“Las deficiencias encontradas en la auditoría juzgan la capacidad jurídica y operativa del Estado para monitorear la normatividad. Es importante que la opinión pública no se confunda e intérprete esto como una condición de riesgo en el transporte aéreo”, señaló por su parte un ejecutivo de la propia AFAC que solicitó el anonimato.
El cambio ocurrido en 2019 de una autoridad centralizada como lo era la Dirección General de Aeronáutica Civil a una Agencia Federal con mayor autonomía presupuestal, tenía el objetivo de seleccionar, contratar, capacitar y habilitar a un equipo de profesionales verificadores para asegurar el cumplimiento de procesos y mantener los estándares de seguridad operacional, sin embargo, esto no ocurrió, señaló Rosa María Montero.
Para solucionar esta situación, la abogada declaró que es necesario otorgar a la AFAC un mayor presupuesto para que pueda construir un equipo de profesionales que se encarguen de resolver las deficiencias encontradas por la FAA y recuperar la Categoría 1 en el menor tiempo posible. En 2010, la aviación mexicana pasó por la misma situación. En aquel entonces, al país le tomó 162 días y una inversión de entre 500 y 600 millones de pesos recuperarse.
“Para ello, se requiere presupuesto y engrosar la autoridad, en cambio, en los 10 años transcurridos desde la última auditoría de FAA, la autoridad ha mantenido y acaso disminuido el cuerpo de verificadores profesionales. Con ello, necesariamente, se incurre en desvíos de los objetivos fundamentales de la seguridad operacional”, dijo la experta.
A la par explicó que, conforme crece el número de operadores, talleres aeronáuticos, aeronaves, centro de capacitación, entre otros actores de la industria, se necesita también que la autoridad incremente el personal con el objetivo de reforzar sus capacidades, de lo contrario, se producirá un estancamiento de los planes de crecimiento, beneficiando a las aerolíneas norteamericanas.
Mientras México permanezca en Categoría 2, las aerolíneas nacionales no podrán incrementar rutas o frecuencias, registrar aeronaves adicionales y los códigos compartidos con aerolíneas norteamericanas sufrirán afectaciones, impactando gravemente la conectividad de destinos donde el transporte aéreo es un elemento importante para su desarrollo económico y social, señaló Cámara Nacional de Aerotransportes.
