La temporada de huracanes, que generalmente va desde junio hasta principios de noviembre (sobre todo en el Golfo y el Atlántico), es un verdadero reto, tanto para las aerolíneas como para los pasajeros. Durante este período, conviene que los viajeros estén preparados para enfrentar condiciones climáticas cambiantes e inciertas, lo que puede ser causa desde demoras, cancelaciones, suspensión de períodos vacacionales a la mitad del período, hasta turbulencias. Y recordemos que las turbulencias no son hoy lo que solían ser, de verdad que es importante tomar precauciones.
Por ello, antes de viajar es crucial que los pasajeros se informen acerca de las condiciones meteorológicas. Las aplicaciones móviles, los sitios web de meteorología y otras organizaciones que prestan servicios de información para estos fines, proporcionan actualizaciones en tiempo real sobre el desarrollo de tormentas y huracanes.
Además, muchas aerolíneas ofrecen alertas de viaje para informar a sus pasajeros sobre posibles interrupciones. Esto permite tomar decisiones proactivas y ajustar los planes de viaje según sea necesario.
Durante la temporada de huracanes es recomendable hacerse a la idea de que hay que mantener flexibilidad en los planes de viaje. Reservar vuelos que permitan cambios sin penalización es una medida que puede evitarnos dolores de cabeza. Muchas aerolíneas tienen políticas de flexibilización cuando hay eventos climáticos severos, por lo que permiten a los usuarios cambiar los vuelos sin costo adicional. Optar por boletos reembolsables o adquirir un seguro de viaje que cubra cancelaciones debido a condiciones climáticas sería una medida que puede ayudar a tener mayor tranquilidad.
Este verano 2024 promete ser una de las temporadas más retadoras en materia climática. Recordemos que al fenómeno del niño, se aúna hoy el de la niña, que no es otra cosa que el encuentro de dos corrientes oceánicas, la del calentamiento del Océano Pacífico que se enfrenta con “la niña” que es fría. Ambos fenómenos, cuando se encuentran de alguna manera, suelen causar muchas perturbaciones en cuanto a sequías y ondas de calor, seguidas de lluvias torrenciales y las consecuentes inundaciones.
En términos de transporte aéreo, los huracanes pueden causar congestionamiento en los aeropuertos debido a las demoras y cancelaciones. Por eso, es conveniente llegar al aeropuerto con suficiente tiempo de anticipación ya que así se pueden sortear los inconvenientes que se presentan de un momento a otro. Además, tener tiempo extra facilita la reprogramación de vuelos y la gestión de cambios en los planes de viaje.Por otro lado, es una buena idea llevar algunos artículos en la maleta de mano, como medicamentos, documentos importantes y una muda de ropa. En caso de cancelaciones o demoras que se prolonguen, estos artículos pueden ayudar a disminuir el estrés. Además, es buena idea traer cargadores portátiles para los celulares o computadoras por si sucede que el hotel donde se hospedan los viajeros se quedara sin electricidad.
También es una buena estrategia tener un plan B, ya sea para cambiar de destino como para cancelar el viaje a la mitad y poder regresar a casa o ir a otro lugar a resguardarse.
En todo caso, es importante que tomemos en cuenta que nuestro país es uno de los más expuestos a riesgos hidrometeorológicos y que en ciertos momentos de los ciclos del clima, lo más inteligente es estar preparado. E-mail: raviles0829@gmail.com
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