La evolución del sector del handling en la aviación ha pasado de estar en manos de muy pocos, a una liberalización total en los últimos años.
La primera y única compañía en España fue Iberia, aportando un apoyo básico en el crecimiento, no sólo de los vuelos regulares, sino de los chárter asociados al incremento turístico.
A finales del siglo XX, los cambios que Europa trajo supusieron que el transporte aéreo y el handling se fundieran en una sinergia operativa y regulada. Los aeropuertos, desde ese momento, han asistido a un gran número de compañías de asistencia, a través de concurso público y facilitado por Aeropuertos Españoles de Navegación Aérea (AENA). Este cambio de tendencia hizo que el número de licencias y agentes se duplicara. En estos momentos, nuevos operadores tanto nacionales como internacionales, han irrumpido en el escenario aeroportuario, hecho que supone contratación de personal, formación y cualificación. Este sector, en auge, se ha convertido en la pieza clave para que el tráfico aéreo salga con fluidez y puntualidad, redundando directamente en la productividad de las compañías aéreas.
La actividad que desarrolla el handling es decisiva para el funcionamiento del transporte aéreo y la seguridad que supone. Hoy en día, más que nunca, la seguridad en los aeropuertos es la prioridad número uno, la gestión, formación y contratación del personal así como los equipamientos son aspectos regulados de forma pormenorizada.
Este sector es relevante en la puntualidad de los vuelos que se producen. En Aeropuertos con un denso tráfico aéreo, el handling es protagonista indiscutible de que los aviones salgan “on time”. De hecho las compañías aéreas españolas se sitúan en los primeros puestos en el ranking internacional.
El abanico de servicios que ofrecen (agentes de rampa, pasaje, embarque, lost & found, despacho de vuelos, pasajeros especiales, etc.) están perfectamente coordinados para que la asistencia al avión quede cubierta al milímetro dentro de la escala que tenga.
Cada vez que un avión sale retrasado según su hora de despegue, son pérdidas importantes para la compañía, y el handling es protagonista para que eso no suceda.
La asistencia en tierra es imprescindible y la formación externa que los alumnos deben tener pasa por cursos como el de TOA ( técnico de operaciones aeroportuarias), para optar a un puesto de trabajo como este.
Al poner en marcha un avión cada día, además de los recursos de equipamiento necesarios, hace falta personal de handling, entre otros, para que el entramado aeroportuario funcione.
Estas Empresas de Servicios de Asistencia en Tierra y su personal hacen posible que cada día un nuevo avión cumpla los sueños de miles de personas.
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