
La Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) junto a la consultora Oliver Wyman publicaron el estudio “Reactivando la cadena de suministro de aeronaves comerciales”, en el cual afirman que la desaceleración de la producción de aviones costará a la industria más de 11 mil millones de dólares (mdd) en 2025.
Dentro del informe se abordan los problemas que afectan a la cadena de suministro en la industria aeroespacial y analiza sus causas fundamentales, el impacto en las aerolíneas y propone una serie de iniciativas para impulsar la industria de la aviación.
De acuerdo a IATA, la cartera de pedidos comerciales a nivel mundial alcanzó un máximo histórico al superar los 17 mil aviones en 2024, una cifra superior a los aproximadamente 13 mil anuales entre 2010 y 2019.
De los más de 11 mil mdd que calcula el reporte unos 4 mil 200 mdd corresponden al costo excesivo de combustible que consumen los aviones antiguos que tienen que usar las operadoras debido a los retrasos.
Unos 3 mil 100 mdd abarcan el costo de mantenimiento adicional de las flotas envejecidas, 2 mil 600 mdd son por el aumento de los costos de alquiler de motores y mil 400 mdd por mantenimiento de inventario excedente en piezas de repuesto.
IATA afirmó que adicional a estos incrementos, los retrasos en las entregas limitan la capacidad de las aerolíneas para hacer frente a la demanda de pasajeros.
Las causas que originan los problemas en la cadena de suministros son el actual modelo económico de la industria aeroespacial, las alteraciones derivadas de la inestabilidad geopolítica, la escasez de materias primas y la rigidez de los mercados laborales, enumeró el organismo.
“La solución no es sencilla, pero existen medidas que podrían aliviar este problema, como la liberalización del mercado posventa, que ofrecería a las aerolíneas más opciones y un amplio acceso a piezas y servicios. Al mismo tiempo, una mayor transparencia en el proceso de la cadena de suministro proporcionaría a las aerolíneas una información valiosa para planificar sus operaciones y evitar los cuellos de botella, al tiempo que ayudaría a los fabricantes de equipos originales a resolver los problemas subyacentes”, declaró Willie Walsh, director general de IATA.







