Legisladores señalaron que la armadora no atendió los problemas de seguridad que le fueron señalados la década pasada
El director ejecutivo de Boeing, Dave Calhoun, compareció ante los senadores en el Subcomité de Investigaciones en Washington, DC, apenas unas horas después de que se divulgaran a los medios nuevas afirmaciones de denunciantes sobre más descuidos del fabricante de aviones.
Cuando Calhoun entró en la sala del subcomité, los familiares de algunos de los pasajeros que murieron en dos accidentes de Boeing 737 MAX en 2018 y 2019 estaban sentados sosteniendo fotografías de sus seres queridos fallecidos, en tanto, el senador Richard Blumenthal lanzó un feroz ataque contra Calhoun durante su discurso de apertura, diciéndole al jefe de Boeing que la audiencia es un momento de un ajuste de cuentas.
“Cuando lo nombraron director ejecutivo de Boeing, Sr. Calhoun, nos dijeron que usted era la persona adecuada para corregir el rumbo y se comprometió a fortalecer la cultura de seguridad de Boeing y reconstruir la confianza con nuestros clientes, reguladores, proveedores y los operadores aéreos”, dijo Blumenthal.
“Durante un tiempo, algunos empezaron a creer que Boeing podría haber cambiado. Pero en enero pasado, la fachada literalmente voló el caparazón hueco que habían sido las promesas de Boeing al mundo. Una vez que ese abismo quedó expuesto, aprendimos que prácticamente no había fondo para el vacío que había debajo”, añadió.
La audiencia en el Senado fue convocada para reunir pruebas sobre la “cultura de seguridad rota de Boeing”, que había sido puesta bajo el microscopio después de que una puerta tapón se separara de un avión 737 MAX 8 de Alaska Airlines poco después del despegue.
Investigaciones preliminares posteriores realizadas por la Oficina Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) descubrieron que pudo haber habido fallas de producción que provocaron que esta puerta no se instalara correctamente.
En las semanas y meses siguientes, se hizo evidente que la seguridad y la calidad ya no eran lo que eran en Boeing y la Administración Federal de Aviación (FAA) impuso a la compañía medidas especiales que limitaron la producción de aviones y aumentaron el escrutinio en las instalaciones de producción. .
Durante el testimonio de Calhoun ante el subcomité le dijeron que Boeing estaba "tomando atajos", "eliminando procedimientos de seguridad" y "tratando de exprimir todas las ganancias posibles".
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