En esta temporada de invierno sería fácil pensar que el panorama es sombrío, especialmente porque la capacidad global ha visto un cambio significativo a la baja esta semana, pero esta es la norma estacional a medida que hacemos la transición del verano al invierno, consideró Deirdre Fulton, analista de OAG.
En 2019, el cambio entre las temporadas, que fue medido por la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) vio caer la capacidad programada en 4 millones de asientos (3.7%). Sin embargo, este año la capacidad programada se ha reducido en 3 millones de asientos (3.3%) entre el verano y el invierno.
La capacidad global programada de las aerolíneas es ahora de 90.5 millones para esta semana y la mayoría de las reducciones estacionales tienen lugar en Europa semana tras semana. En comparación con 2019, los asientos siguen estando un 15% por detrás de la capacidad de aquel año, por lo que hay pocos cambios en la tendencia actual.
La semana pasada OAG informó que la capacidad de Europa y América del Norte estaba cerca de los niveles de 2019, pero debido al cambio de temporada ambas regiones la han reducido.
De acuerdo con el análisis de OAG, las aerolíneas norteamericanas han limitado 300 mil asientos esta semana, es decir registraron una baja de -1.4%. Pese a ello, los reportes financieros mostrados recientemente y que informan sobre el desempeño de las principales empresas de EU, ha despertado cierto optimismo sobre un retorno a la rentabilidad.
American Airlines informó que esperaban que el cuarto trimestre generará ingresos entre un 11 y 13% más que en el mismo trimestre de 2019, con una capacidad entre un 5 y 7% menor.
Delta Air Lines anunció un pronóstico similar a principios de octubre pues esperan que el crecimiento de los ingresos en el último trimestre de 2022 se acelere en relación con 2019. Este optimismo cauteloso es alentador, particularmente ahora que nos embarcamos en lo que tradicionalmente es el período más desafiante para las aerolíneas durante la temporada de invierno.
Ambas aerolíneas reportan una fuerte demanda de viajes nacionales y de corta distancia, y esto es evidente cuando analizamos la recuperación de esta semana por tipo de avión.
Los aviones de fuselaje estrecho ocupan el 76% de la capacidad mundial y aunque todavía están un poco lejos del punto de referencia de 2019, la capacidad en los aviones de fuselaje estrecho es de 68 millones de asientos esta semana, más que en la misma semana de 2019, cuando los aviones de fuselaje estrecho operaron el 71%.
Por el contrario, la capacidad de cabina ancha se mantiene un 31% por debajo de la misma semana de 2019 y representa solo el 14% de la capacidad, en comparación con 17% en 2019. También los jets regionales están por detrás de los niveles de 2019, con un 34% menos.
Por otra parte, con la conclusión del congreso nacional en Beijing, existía la esperanza de que pudiera haber una imagen más clara de la reapertura de China para los viajes al exterior. Aún no hay aclaraciones sobre cuándo el país podría reabrir por completo, aunque sigue habiendo optimismo de que esto tendrá lugar en algún momento de 2023.
En términos de capacidad, esta semana hay una reducción adicional en China, pues los transportistas están retirando poco más de 260 mil asientos. Su capacidad se mantiene un 30% por debajo de la misma semana de 2019.
Los grandes movimientos de esta semana se dieron en toda Europa, la mayoría de los países experimentaron reducciones de capacidad de entre el 10 y 15% semana tras semana.
Por el contrario, México se mantiene implacablemente optimista, con un crecimiento de la capacidad del 4.4% esta semana y un aumento en la recuperación frente a 2019 hasta del 13.5%.
Los Emiratos Árabes Unidos también han visto un aumento similar en la capacidad este período, con un 3.9% más que la semana pasada, ya que las aerolíneas han agregado alrededor de 50 mil asientos más, lo cual se ve impulsado sin duda por las escapadas de mitad de período para los viajeros europeos y el efecto de la región que se prepara para que Qatar sea sede de la Copa del Mundo.
