En 1934 el Presidente Manuel Ávila Camacho instituyó el 23 de octubre como el Día Nacional de la Aviación con el objetivo de honrar a los pioneros civiles y militares de la aviación mexicana.
El decreto original menciona que “es un día de fiesta y solemne para la nación, en el que la bandera debe izarse a toda asta”, de modo que se pongan en alto las hazañas que ocurrieron desde los tiempos de los aerostratos en el siglo XVIII, que buscaron elevarse a pesar del riesgo inminente.
Con la aparición de los aeroplanos en el siglo XX, acontecieron proezas como la de Alberto Braniff, en 1910, quien fue el primero en volar en nuestro país y America Latina, o la que realizó el Presidente Francisco I. Madero al surcar los cielos mexicanos en 1911, como el primer mandatario nacional en realizar un viaje aéreo.
El decreto del general Ávila Camacho fue derivado luego de que el 5 de octubre de 1943 se estableciera la creación de la Fuerza Aérea Naval Mexicana, para que posteriormente nuestro país decidiera participar en 1944 en la Segunda Guerra Mundial y así forjar el afamado Escuadrón 201. Fue el 23 de octubre de 1944 cuando se celebro por primera vez el Día Nacional de la Aviación en México.
