A los 19 años, Manuel Rivera Lascuráin y su hermano arreglaron un avión descompuesto que era propiedad su tío. Después, contrataron a un instructor de vuelo y comenzaron a volar, en el Aeropuerto Nacional Jorge Jiménez Cantú o Aeropuerto de Atizapán de Zaragoza, localizado entre Naucalpan y Tlalnepantla, Estado de México. Era 1994.
Veinticuatro años después, Rivera Lascuráin fue el primer piloto que voló la aeronave Halcón H1, creada para entrenar a pilotos de las Fuerzas Armadas de México y para la formación académica de pilotos de aeronaves comerciales.
En entrevista con A21, contó que su afición por la aviación comenzó cuando estudiaba la preparatoria (High School) en Estados Unidos.
Empecé en aviones pequeñitos, con un solo motor. Empecé a hacer publicidad aérea, paracaidismo, fotografía aérea y poco a poco me fui desarrollando como piloto”, señaló.
Desde Toluca hasta Qatar
Su siguiente paso fue volar aviones de dos motores; luego turbo hélices, es decir, aviones con motores de turbinas con hélices y después Jets ejecutivos con la empresa Industrias Franco, dueños de Infra.
“Ahí les volaba yo su avión y, más adelante, estuve volando con una empresa que se llama Aeropersonal, en Toluca. Los dueños de esa empresa son varios empresarios, entre ellos está Valentín Díez Morodo, dueño del equipo Toluca y ex dueño de la Cervecería Modelo. Es una empresa muy seria que hasta ofrece servicio de taxi aéreo regular”, afirmó.
Con Aeropersonal trabajó durante siete años, hasta que tuvo la oportunidad de laborar en Interjet, desde 2005 hasta 2011, como capitán volando aeronaves Airbus 320. Posteriormente se fue a volar aviones a Singapur desde 2011 hasta 2015 con una empresa de bajo costo.
“Luego me surge una oportunidad de irme a volar a Doha, en el Estado de Qatar, en la Península Arábiga y ahí estuve desde 2015 hasta 2017”, comentó.
Poco tiempo después regresó a México, convalidó su licencia de piloto en México, la cual obtuvo gracias al apoyo del Centro Tecnológico Aeronáutico en Querétaro (CENTA) y lo eligieron para el proyecto del Halcón 1.
“Fue todo un éxito. Ya viene el proyecto Halcón 2, ahí soy el director de Operaciones Aéreas de esa área. Obviamente, siempre estoy muy cercano a los ingenieros y a los directores de las empresas para que se tomen las decisiones correctas, basadas en la seguridad”, contó.
Viene segundo Halcón
Rivera Lascuráin confió que en 2018 podrían entregar tres aviones Halcón 2.
“Entonces, las pruebas se tendrán que empezar ya pronto”, aunque no dio las fechas estimadas, “porque este año es crucial para México en materia de aviación, pues desde hace muchos años no había habido esta apertura por parte de las autoridades y del gobierno hacia la aviación civil. Siempre se apoyaba solo a la aviación militar o a la comercial, no a una privada que fuera mexicana”, reprochó.
El segundo modelo del Halcón será construido con materiales más ligeros y con un proceso de producción que permita terminarlos en menos tiempo. Horizontec, empresa encargada del diseño, hizo el primer Halcón con madera compuesta con fibra de vidrio resinas epóxicas (resistentes a las bajas temperaturas e impactos).
Este proyecto comenzó en 2013 en un pequeño taller de la Ciudad de México, en el que dos ebanistas trabajaron en el moldeo mientras la empresa exploraba nuevos sistemas de combustible, frenos y aviónica, indicó Giovanni Angelucci, socio fundador de Horizontec, en un comunicado emitido por la Conacyt, que apoyó el plan.
El piloto aviador agradeció el apoyo del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), de la Universidad Aeronáutica en Querétaro y del CENTA para lanzar proyectos de aeronáutica civil.
“Estamos muy motivados para que esto crezca.”
El 11 de enero de 2018 y con la colaboración del Conacyt, el gobierno de Querétaro inauguró de manera oficial el CENTA en Querétaro, acto al que acudió el presidente Enrique Peña Nieto y donde la principal atracción fue la presentación de la aeronave Halcón H1.
