La Unión Social Cristiana (CSU), partido político con presencia en el Parlamento alemán, propuso la creación de un impuesto sobre el precio del vuelo que penalizarían los vuelos continentales que tengan un costo inferior a los 50 euros.
En entrevista con el diario Bild, Alexander Dobrindt, líder del partido político, señaló que buscan una verdadera libertad de elección en movilidad mediante precios sostenibles, además de que su medida podría ayudar a combatir el calentamiento global.
Effet Greta ou appel du pied (ou encore coup pied de l’ane) aux Grünen ? Les conservateurs bavarois dans la surenchère écologique estivale. Leur dernière proposition : une taxe écologique sur les vols low-cost https://t.co/Sc4YTQsqd0
— Thomas Schnee (@thomasschnee) 30 de agosto de 2019
“Cualquier aerolínea que ofrezca boletos por debajo de los 50 euros tendrá que pagar en el futuro un impuesto de precio competitivo” señaló, además de añadir que un boleto de nueve euros no tiene nada que ver con la economía de mercado o la protección medioambiental.
Sin embargo, Thomas Jarzombek, responsable de la aviación en el gobierno alemán, rechazó la solicitud de la CSU, ya que primero deben analizar si este tipo de impuestos podrían reducir la posibilidad de que personas de bajos ingresos viajen en avión.
Jarzombek, al respecto del calentamiento global, señaló que una medida como tal no podría ayudar a combatir las emisiones de CO2 al medioambiente y, en cambio, haría que los aviones vuelen vacíos.
Finalmente, Matthias von Randow, de la Asociación Alemana de Aviación (BDL) señaló que respaldarían una propuesta como la de Dobrindt si ésta tuviera como objetivo poner un alto a los precios bajos derivados de una demanda artificialmente inflada.
“Ninguna de nuestras compañías está interesada en tarifas aéreas baratas porque tienen que solventar los gastos de operación de vuelos, salarios e inversiones” enfatizó.
Entre las aerolíneas que forman parte de la BDL están Condor, Eurowings, Lufthansa TuiFly y DHL, además de aeropuertos como el de Berlín-Brandenburgo y el de Frankfurt.
