Organismos internacionales de aviación están trabajando en la mejora de los mecanismos de rastreo de aeronaves en rutas comerciales de modo que, a partir del 8 noviembre de 2018 y de manera obligatoria, todos los aviones estarán equipados con un sistema que transmitirá su ubicación cada 15 minutos, aún en rutas sobre el océano.
Lo anterior fue dado a conocer por Gilberto López Meyer, vicepresidente de Seguridad y Operaciones Aéreas de la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA por sus siglas en inglés), durante la Asamblea General Anual del organismo celebrada la semana pasada en Cancún.
El directivo señaló que este esfuerzo es dirigido por la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), y fue motivado por incidentes como el del 8 de marzo de 2014, cuando un avión Boeing 777 de Malaysia Airlines que desapareció cuando cubría la ruta de Kuala Lumpur hacia Pekín, perdió contacto con el radar y fallaron todos los sistemas de comunicación a solo 40 minutos de su despegue.
López Meyer agregó que los lineamientos de OACI también contemplan un mecanismo de rastreo autónomo, mismo que estará disponible a partir del 1 de enero de 2021 en todas las nuevas generaciones de aeronaves comerciales.
Comportamiento normal y alterado
Estos sistemas funcionarán en dos vertientes: 1) en condiciones normales de operación y 2) en situaciones de emergencia.
El primer caso representa el estándar, mismo que permitirá a los operadores aéreos realizar el rastreo de todos sus vuelos, y recibir y almacenar datos de la ubicación exacta de estos aviones cada 15 minutos.
Esta práctica será obligatoria para todas las operaciones aéreas ejecutadas mediante aeronaves con capacidad de 19 asientos en adelante y con un peso mínimo de despegue de 27 toneladas.
Para aquellos casos en que el sistema perciba condiciones de vuelo distintas a las del comportamiento estándar, el intervalo de transmisión de datos de ubicación automáticamente cambiará a cada minuto. Esto con el fin de contar con un radio de búsqueda máximo de 6 millas náuticas, en caso de que se pierda contacto con la aeronave y se sospeche un accidente.
Asimismo, el mecanismo autónomo de transmisión podrá incluir un sistema de respaldo de energía para prevenir la pérdida de datos de ubicación ante un fallo general del sistema eléctrico.
Avances probables
En su informe de seguridad, López Meyer adelantó que la tecnología para los sistemas autónomos transmisores tendría dos variantes, que serían adoptadas de acuerdo a las capacidades y presupuesto de cada aerolínea.
La solución “más cara” consistiría en una registradora de datos de vuelo (conocida comúnmente como “caja negra”) que sería desplegable en caso de un accidente inminente, es decir, se desacoplaría del fuselaje con el fin de aumentar las posibilidades de localizar este dispositivo de seguridad.
El segundo tipo consistiría en una especie de “caja negra virtual”, que realizaría la transmisión continua de algunos de los principales datos de vuelo hacia un servidor computacional en tierra, de manera que se cuente con un respaldo de esta información "en la nube".
En enero pasado, autoridades de Malasia, Australia y China anunciaron la suspensión de la búsqueda del avión del vuelo MH370, alegando que habían abarcado todas las zonas del probable impacto y agotado las tecnologías de localización disponibles sin tener éxito.
Por su parte, Malaysian anunció en abril una colaboración con el proveedor de TI para la aviación SITA para instalar un sistema propio de rastreo satelital con base en el protocolo de rastreo ADS-B (Automatic Dependent Surveillance-Broadcast).
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