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26/04/2024

Cuidar de nuestro futuro

Rosario Avilés / Martes, 13 Diciembre 2016 - 08:08

Por estos días circula en el Senado de la República una iniciativa para modificar varios artículos de la Constitución, de la Ley Federal del Trabajo y de la Ley de Aviación Civil para autorizar a pilotos extranjeros a volar en aeronaves con matrícula y/o bandera mexicanas. La excusa es que los pilotos mexicanos escasean y que se requiere contratar pilotos de otras latitudes para que cubran las vacantes.

Esta idea, aunque no es nueva, viene sin embargo aparejada con la amenaza más grande que ha tenido nuestro país en las últimas décadas. La era Trump está apenas por comenzar, el proteccionismo que vendrá (no sólo de la mano de este nuevo régimen en Estados Unidos, sino como una tendencia mundial) y el desempleo que se puede desencadenar no son una idea loca y trasnochada de los “nacionalistas”, es un muy probable escenario que tendremos que enfrentar con inteligencia y pensando en nuestro país.

Es curioso cómo los economistas que estudiaron en el extranjero (y sus alumnos adelantados) pueden pasar horas y horas justificando los fracasos que acusa el modelo económico que está viviendo sus horas más retadoras. Pero lo que no están viendo es la muy clara amenaza que significa el sector informal de la economía (creciente y más grande que el formal, por lo tanto descapitalizador del Estado) y la falta de crecimiento económico que ya no está permitiendo que se genere empleo para un número cada día mayor de jóvenes que se incorporan al mercado de trabajo.

Justamente la semana pasada, el secretario del Trabajo y Previsión Social, Alfonso Navarrete, hizo una radiografía de lo que este país necesita en materia de empleo. Entre otras cosas dijo que “en México la mitad de los jóvenes en edad de trabajar se suman al desempleo debido a que el crecimiento de la economía mexicana es insuficiente”. Un dato revelador es que 6 de cada 10 empleos pertenecen a la economía informal y ante ello Navarrete advierte que “el bajo crecimiento de la economía mexicana no cambiaría en los próximos años, pero lo que requerimos es empleo formal y bien remunerado”.

Los sectores que crecen y son una esperanza para que impulsen a nuestra economía, entre los que se cuentan el transporte aéreo y la industria aeroespacial, deberían ser ejemplo puntal para ofrecer empleo bien remunerado y de calidad a nuestros jóvenes. Formarlos no es una empresa imposible, pues contamos con las instituciones educativas idóneas, pero si se inhibe esta posibilidad estaremos pagando muy caro nuestra ceguera en el futuro.

Hay, además, un elemento muy importante. Ya hemos comentado que el capitán de una aeronave que opere una aeronave con matrícula mexicana tiene ciertas responsabilidades que le confiere la ley. El Estado es responsable de la seguridad operacional, pero lo más sensible es que también es responsable de la interferencia ilícita o de la comisión de delitos a bordo de una aeronave durante el vuelo y debe ejercer su jurisdicción para perseguir y sancionar los delitos cometidos. Esto último forma parte del Convenio de Tokio que México firmó.

Para ello se auxilia del Comandante de aeronave como autoridad a bordo, coadyuvante del Ministerio Público que debe reunir información y evidencias para la acción legal. Esto no puede ser exigible a un extranjero.

Es difícil tal vez comprenderlo, pero lo cierto es que estas dos condiciones hacen indispensable que el análisis del Congreso sea acucioso y esté por encima de los intereses particulares. Este país necesita coherencia en sus políticas y leyes. Su ausencia es lo que nos mantiene al borde de la ingobernabilidad.

Lo oí en 123.45: Además, se debe investigar y hacer justicia en el caso de Mexicana de Aviación: anular las irregularidades, castigar a los responsables y resarcirle a los trabajadores su patrimonio.

raviles_2@prodigy.net.mx
Twitter: @charoaviles

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