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03/05/2024

Cuando los mexicanos operamos la aeronave de su tipo, más grande del mundo

Juan A. José / Martes, 19 Septiembre 2023 - 21:03

Los zeppelines alemanes LZ-129 “Hindenburg” y LZ-130 “Graf Zeppelin”, de mediados de los años treinta del siglo XX, ambos de 245 metros de largo, han sido las aeronaves más grandes construidas y puestas en vuelo a la fecha. El europeo Airbus A380 es el avión con mayor volumen del orbe, mientras que el ucraniano Antonov An-225 tiene el récord de ser el avión más largo, pesado y con mayor capacidad de carga de la historia. Estos dirigibles surcaron los cielos operados exclusivamente por una compañía gubernamental alemana vinculada al nazismo, mientras que el An-225 fue operado por soviéticos y ucranianos hasta su lamentable destrucción en el año 2022 en su base de operaciones cerca de Kiev, capital de esa tierra hoy día colmada de sangre derramada en otra absurda guerra. Al A380 lo han explotado compañías aéreas alemanas, australianas, británicas, cataríes, chinas, coreanas, emiratíes, japonesas, malayas, maltesas, portuguesas, tailandesas y singapurenses. De esta manera, se puede decir que alemanes, rusos, ucranianos y los de las naciones cuya bandera ha sido portada en los A380s se distinguen por haber operado las aeronaves producidas en serie de su tipo más grandes del mundo, algo que aunque les sorprenda a mis estimados lectores es el caso de la aeronáutica mexicana, que entre los años 1999 y 2008 por medio de la Fuerza Aérea Mexicana (FAM), empleó un par de impresionantes y hay que decirlo: complejos y costosos helicópteros Mil Mi-26, modelo originalmente del año 1977, acreditada como la aeronave de ala rotativa más grande jamás producida en serie en el mundo, solamente superada por el también emanado de la fábrica soviética Mil, el Mi-12 del año 1968 del cual se construyeron solamente dos prototipos designados, V-12.

Pero volvamos al Mi-26. Estamos hablando de un equipo de 40 metros de largo y peso máximo de despegue de 56 toneladas, capaz de transportar la friolera de 90 elementos de tropa o 20 toneladas de carga, sin duda algo notable para un helicóptero. Una de las unidades operadas por la FAM, concretamente la máquina 1901, se accidentó en Chihuahua en el año 2001, mientras que la 1902 es una de las joyas en exhibición en el Museo Militar de Aviación (MUMA) en el Campo Militar 37-D de Santa Lucía, Estado de México, generosa instalación que permite inclusive ingresar al gigantesco aparato, generándose así las condiciones para una visita que le aseguro vale la pena llevar a cabo. Sabedores ahora de la magnitud e importancia histórica del helicóptero en comento, en una de esas, dicha experiencia termina siendo aún más impactante, y es que el MUMA sorprende a chicos y a grandes con su colección e instalaciones.

Lo he dicho repetidamente: los aeronáuticos mexicanos civiles y militares le debemos estar muy agradecidos a la Fuerza Aérea Mexicana por este museo.

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