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26/04/2024

¿Y porqué aman los pasajeros al A380?

Juan A. José / Lunes, 22 Febrero 2016 - 09:33

Las aerolíneas que operan el Airbus A380 afirman que sus pasajeros lo aman, y quizás tengan razón. Pero, ¿cuál es la razón del éxito del A380 entre los pasajeros? ---me preguntó.

Una reciente oportunidad de conocer a detalle los interiores de un A380 de Air France me permitió entender un poco mejor la razón: Si bien cuenta con modernas y originales características de diseño interior y ambiente de cabina, al volar en un A380 uno se siente menos en un avión que en otros modelos, y eso sin duda, le agrada al pasajero. Más bien me sentí en un barco de cruceros que en una aeronave, medio de transporte en el que la premisa que sustenta este comentario también se podría validar.

El tamaño y ubicación de ventanillas mantiene al pasajero en términos prácticos más ajeno a lo que está ocurriendo afuera de la cabina de pasajeros, su peso combinado con un muy bien concebido diseño aerodinámico contribuye a que los despegues, los sorteos de turbulencias y los aterrizajes resulten menos perceptibles. Y es que quieran confesarlo o no, a la mayoría de los pasajeros no les gusta volar o por lo menos, no les gusta experimentar aquello que normalmente se siente en un vuelo, comenzando por turbulencias, el rugido de los motores o ver cómo se despliegan las aletas en el ala, por ejemplo.

Para los pasajeros el mejor vuelo es un vuelo cómodo y a tiempo, pero un vuelo en el que no se les recuerde que al final de cuentas están volando con todo lo que ello supone en materia de percepción de riesgo a su seguridad, equívoca por cierto. En pocas palabras: A los pasajeros del Airbus A380 les encanta que no se parezca a un avión y si a eso le sumamos el hecho de haber vivido la experiencia de volar en la aeronave comercial “más grande del mundo” puede ser un motivo de orgullo, no debemos sorprendernos del éxito del modelo entre los pasajeros.

El problema es que, y ahora sí que voy a dejar aflorar mi veta eminentemente romántica en todo lo que tiene que ver con aeronáutica, y sin demeritar al A380, pero debe resultar muy aburrido volar en él, en especial para para quien disfruta del vuelo y ve a las aeronaves como algo más que un medio de transporte. Volar alienado de lo aeronáutico o de lo que el exterior ofrece no me parece lo más divertido del mundo, como siento no le parecería a un piloto como Antoine de Saint-Exupéry, gourmand por excelencia del vuelo y gran narrador de la experiencia. Igual y el también escritor galo, al ver el gran avión que presume esa Air France que ayudó a construir, estaría de acuerdo conmigo cuando afirmo que si bien las aeronaves modernas están ofreciendo plataformas cada vez más seguras y eficientes, también están alejando al pasajero de precisamente de eso que hace en realidad tan atractiva a la aeronáutica para algunos de nosotros; me refiero a esa compleja mezcla de fascinación, adrenalina, técnica, glamour, aventura y hasta de un refinado riesgo, que caracterizó el primer siglo del aerotransporte comercial.

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