La semana pasada tuve la oportunidad de asistir al Congreso Internacional de Accidentes Aéreos y Psicología Aeronáutica 2023, organizado por la empresa de capacitación CUTVA Educación y llevado a cabo en las instalaciones de ASSA.
Efectivamente, se trató de un congreso internacional, ya que contó con expositores de primer nivel de diversos países, así como con una audiencia también de otras latitudes. Entre los ponentes destacaron pilotos, controladores aéreos, psicólogos aeronáuticos y sobrecargos, principalmente.
Fue realmente estremecedor escuchar los testimonios de los ponentes del congreso que vivieron y protagonizaron accidentes e incidentes de aviación. Una de ellas, la controladora colombiana que desempeñaba sus labores de control del tránsito aéreo en el momento en que ocurrió el trágico accidente del avión que transportaba al equipo brasileño de fútbol Chapecoense, en el que lamentablemente perdieron la vida 71 personas. Impactante también el conocer lo que vivió esta controladora durante los años siguientes, en medio de amenazas, represalias, acusaciones y señalamientos hacia ella y su familia.
Es precisamente la psicología aeronáutica la disciplina que ayudó, en gran medida, a superar estos muy complejos episodios y a salir adelante a todos estos profesionales de la aviación que vivieron y afrontaron un accidente o un incidente grave de aviación.
La Asociación Española de Psicología de la Aviación señala que esta rama de la psicología se encarga de evaluar e intervenir en la salud mental de los profesionales aéreos: pilotos, controladores, tripulantes de cabina, despachadores de vuelo, y, por supuesto, de los pasajeros. Desde luego, la psicología de la aviación se ocupa también de la promoción de la seguridad operacional, enfocándose en evitar accidentes e incidentes, lo cual es en definitiva un objetivo de salud pública.
La Psicología Aeronáutica aporta conocimientos teóricos y técnicas en el análisis y predicción de comportamientos que contribuyen a un óptimo funcionamiento de la actividad aeronáutica, interviniendo en aquellos procesos del sistema para hacerlo más confiable, teniendo la necesidad de valorar y entrenar de forma continua los factores humanos que desarrollan seguridad en el sistema.
Tal y como lo asevera el Consejo General de la Psicología de España, el factor humano ha sido históricamente el factor causal predominante en los accidentes e incidentes aéreos (75% a 85% de responsabilidad humana en los incidentes y accidentes de aviación), y mientras los seres humanos continúen siendo el elemento central del sistema aeronáutico, la psicología, convertida en disciplina especializada, es un desafiante camino por recorrer, dentro de un contexto obviamente multidisciplinario, en donde confluyen otras ciencias tales como la medicina, la ingeniería, la sociología, la biología, entre otras varias.
Sin duda, existe una gran área de oportunidad en México para desarrollar esta materia, e incluso legislar al respecto, a fin de integrar formalmente en la regulación aérea a la psicología aeronáutica, tanto en los temas de medicina de aviación como en los de investigación de accidentes e incidentes.
Por una cultura de la seguridad operacional, que vengan más de estos eventos que difundan el conocimiento e impulsen el desarrollo de la psicología de la aviación.
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