
-El profesionalismo no es una etiqueta que una persona se da a sí misma, sino una descripción que esa persona espera que otros le apliquen- David Maister
El profesionalismo es un valor que resulta ser fundamental en cualquier ámbito de la vida laboral y social pero cuando hablamos del cuidado de vidas humanas adquiere la mayor importancia.
Ser un verdadero profesional implica un conjunto de actitudes, comportamientos y normas éticas que un trabajador de aviación adopta en el ejercicio de su trabajo.
Más allá de contar con conocimientos técnicos, ser un profesional de la industria aérea implica responsabilidad, compromiso, respeto y honestidad.
En un mundo cada vez más competitivo y cambiante, el profesionalismo no solo distingue a los individuos, sino que también fortalece la confianza, mejora la productividad y contribuye al desarrollo de una industria más eficiente.
El profesionalismo se manifiesta en múltiples formas y una de las más evidentes es el cumplimiento de deberes y responsabilidades.
Un verdadero profesional respeta los plazos, cumple con los estándares de calidad que se exigen y se esfuerza por dar lo mejor de sí mismo, incluso cuando nadie lo está observando.
Este compromiso es esencial en cualquier organización, ya que garantiza la continuidad y la confianza en los procesos.
Otro pilar del profesionalismo es la ética y una actuación integral evitando conflictos de interés respetando la confidencialidad de la información y tratar a todos con equidad, esos son principios que rigen la conducta de los profesionales responsables.
La ética profesional no solo protege a las personas, sino que también preserva la reputación de las empresas para las que trabaja.
Asimismo, el profesionalismo se refleja en la comunicación efectiva y el respeto interpersonal.
Saber escuchar, expresarse con claridad, mantener una actitud cordial y constructiva, incluso en situaciones de conflicto y emergencias como por ejemplo en una cabina de aviones o un simulador de vuelo demuestra madurez y competencia.
Esto adquiere una mayor importancia cuando hablamos de los encargados de impartir instrucción y de formar personal para los nuevos puestos.
Un ambiente profesional se caracteriza por el respeto mutuo, la cooperación y la búsqueda de soluciones conjuntas y eso es lo que define el concepto de CRM (Crew Resource Management) en Aviación
Finalmente, no se puede hablar de profesionalismo sin mencionar el estudio continuo.
En un entorno dinámico como es la aviación comercial, el conocimiento evoluciona constantemente y un profesional comprometido busca ponerse al día, aprender nuevas habilidades y adaptarse a los cambios y es esta disposición al aprendizaje lo que demuestra humildad y pasión por lo que se hace.
Ser un profesional no es solo una etiqueta o una apariencia, sino una forma de ser y actuar con coherencia, integridad y excelencia y aplica a todos aquellos que trabajan en cualquier nivel de la aviación ya sea comercial, privada y desde luego militar y por supuesto aplica también en a quienes hacen el delicado trabajo de ser autoridad.
Especialmente, cuando hay vidas humanas de por medio como en la industria aérea, una actitud profesional marca la diferencia entre cumplir con una tarea y al mismo tiempo dejar una huella positiva en los demás.
Ser un profesional y fomentar una actitud en consecuencia es una importante inversión en la calidad humana y en la construcción de valores para que el futuro personal así como el de la empresa para la que se trabaja sean más dignos.
“Los artículos firmados son responsabilidad exclusiva de sus autores y pueden o no reflejar el criterio de A21”







