
Nuevamente le doy la oportunidad a ese profesional del turismo en el que supuestamente me convirtió un título profesional de licenciatura en dicha especialidad, estudios que por cierto no me atrevería a recomendar a joven alguno dada las carencias de los programas de sus materias en la gran mayoría de las universidades en que se imparte y su mala orientación, para comentar un tema que ahora sí que como aeronáutico me preocupa y mucho, me refiero a la pobre de la demanda turística nacional en la temporada de vacaciones de verano 2025 especialmente la aérea, la cual las crónicas periodísticas refieren como una en la que los números en los principales destinos de playa mexicanos no han sido los mejores, lo que sumado a la caída de los pasajeros provenientes del extranjero, particularmente los agraviados residentes extranjeros en los Estados Unidos, integran un escenario complicado en una industria que no hay que olvidar es una que se caracteriza, entre otras cosas, por los altos niveles de empleo que genera.
Lo cierto es que una y otra, las consultas que hago en los medios me presentan cifras a la baja en las llegadas de turismo, si no en todos, en una parte importante de los hermosos destinos de nuestro país, pero con una honrosa y hay que decirlo, destacada excepción: Acapulco, Guerrero, el hermoso, atribulado pero resiliente puerto guerrerense, cuyos hoteles, las crónicas indican están disfrutando de altos niveles de ocupación, fenómeno que a cuatro décadas de haberme titulado como “turistero”, paradójicamente veo como un síntoma de que la salud de la economía de los mexicanos, de la cual depende la demanda turística, sigue deteriorándose conforme las complejas y conocidas variables internas y externas que impactan en el empleo o por lo menos en la percepción de seguridad de mis compatriotas de mantenerlo, quienes sin duda y de manera por demás justificada están cuidado sus pesos.
De esta manera percibo que el mexicano promedio, contrario a lo que hacen sus gobernantes que se burlan descaradamente del pueblo vacacionando “en las Europas”, no solamente ya no regala con tanta facilidad a su familia un “cancunazo”, sino que está atiborrándola en el auto familiar, tal y como solía hacerlo en antaño, para llevársela a tomar en sol en la playa más cercana o conveniente, caso de la mágica Bahía de Santa Lucía, por cierto nada que ver con el AIFA por favor, cuyas aguas bañan a Acapulco para quienes poblamos el Valle de México y alrededores, comenzando por importantes ciudades como serían Cuernavaca, Morelos; Pachuca, Hidalgo; Puebla, Puebla; y Toluca, Estado de México.
¿Y el turismo no vuela a Acapulco?
¡Sin duda! Pero es el mismo que lo hacía antes de esta crisis y no los que solían volar a otras playas mexicanas y ahora hacen más mundanos recorridos terrestres.¿Hace cuánto tiempo que no recorre usted la Costera Miguel Alemán? Algo me dice que si no lo ha hecho recientemente y es usted de los que todavía se pueden dar el lujo de hacer turismo en México, pronto andará por ahí.
Dicho en pocas palabras: por su privilegiada ubicación geográfica y la autopista que lo conecta con el centro del país, este verano Acapulco se está beneficiando de una renovada demanda turística, en mi opinión en buena medida constituida por familias mexicanas que si bien tienen el tiempo y los recursos para vacacionar, también están resintiendo las consecuencias de las malas decisiones en materia económica del gobierno federal, mismas que ahora sí le están pegando a sus bolsillos o le están generando temor.
¿Temor?
No hay que olvidar que si algo espanta al turismo es el temor y en México cada día vivimos más de cerca con esa palabra en materia de seguridad y economía, y eso estimado lector, no es lo mejor que le puede pasar a la oferta de transporte, hospedaje, alimentos y entretenimiento de destino alguno.
En todo este contexto, insisto, la buena noticia es para los acapulqueños que están viéndose beneficiados por la crisis de los demás destinos; lo necesitan y salvo por sus decisiones políticas —mire que eso de haber reelegido a su impresentable Presidenta Municipal, se lo merecen.
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