Recuerdo que, por allá de los años setenta, las prioridades de los aeropuertos eran diferentes de lo que vemos ahora. Veamos. Las inversiones que se tienen en los aeropuertos son altísimas, inicialmente para preparar el terreno, que si se compacta de una manera que si con pilotes, que si el terreno es fangoso entonces hay que pensar en otro tipo de cimentación, que si se orientarán las pistas de esta forma o de otra; de qué manera y basados en estudios de vientos determinado tiempo en donde se quiere construir las pistas, definir cómo se construirán, muchas variables a considerar. O sea que no es “enchílame la gorda”, hablamos de mucho dinero y tiempo para construirlo, no debe haber sorpresas ni ases bajo la manga, se deben coordinar muchas cosas y a mucha gente especializada en temas muy precisos, porque se trata de que quede bien y que sea funcional. Luego viene la cuestión del equipamiento, que si se quieren realizar aproximaciones de precisión, que si visuales, los equipos valen una fortuna y aparte no los hay en nuestro país, hay que hacer toda la gestión con los lineamientos establecidos. Este proceso suele tomarse al menos un año. En fin, un verdadero reto para quien lo vaya a construir y equipar.
Pero algo muy importante, hoy por hoy, el “mall”, cómo se va a planear una instalación donde haya muchas tiendas, restaurantes de todo tipo, de comida rápida pero también restaurantes en forma, porque no sabemos cuándo vaya a haber una demora que amerite hacer el gasto, y aparte los vuelos que son de muchas horas, etcétera, tendremos que comprar algo, máxime ahora que sólo te dan cacahuates en los aviones. Ahora se tiene un mayor interés en tener un “mall” con aeropuerto, en lugar de tener un aeropuerto con facilidades para realizar operaciones seguras. ¿A qué le damos prioridad, a las tiendas en el aeropuerto o a tener un aeropuerto con facilidades actualizadas para dar preferencia a la seguridad aérea, a la seguridad en las instalaciones, mediante guardias de seguridad realmente preparados para cubrir eventualidades? Que el personal responsable tenga la preparación adecuada para garantizar la seguridad. En fin, depende de las prioridades que tengamos en mente encuadradas en algún plan maestro, que dicho sea de paso, el documento donde se realizan las planeaciones de inversión con base a muchas premisas y variables.
Van las preguntas de peso, ¿será que se piense en construir un “mall” en forma para que no llegue la gente a visitarlo o a comprar regalos o lo que se quiera? Ahora bien, mientras más gente llegue, será mejor. Entonces no veo por qué razón ahora nos quejamos de que hay mucha gente en los aeropuertos, que de cinco personas que acuden a las terminales sólo una vuela. Hace muchos años, por ahí de los ochenta, no se buscaba que los aeropuertos tuvieran un atractivo tan evidente y de moda como un “mall”, y no es privativo de México, esto sucede en todo el mundo y lo que se ha logrado es satisfacer los maquiavélicos planes de los comerciantes, a los que el correcto avituallamiento de las instalaciones aeroportuarias es lo que menos le interesa, es más, ni idea tienen de lo que se necesita para que haya operaciones seguras. Se han preguntado, ¿por qué, mientras revisan a los tripulantes en los filtros emplazados en las entradas a las zonas estériles detenidamente, por otro lado pasan los que traen las papitas, los refrescos y demás para los negocios de comida? (Eso sí sucede sólo en mi país, jeje). En verdad que no hay una explicación que satisfaga a quienes inspeccionan a las autoridades de los países miembros de OACI.
En los tiempos que refiero arriba, se hacía hincapié en que se abstuvieran de acompañar a los viajantes a los aeropuertos, que pedían encarecidamente que no saturaran los aeropuertos, que las instalaciones no estaban preparadas para albergar mucha gente, que lo que se lograría sería saturar los pasillos ambulatorios, los servicios de sanitarios, los restaurantes y demás facilidades. ¿Será que debemos regresar a aquellos ayeres que menciono párrafos arriba? ¿Que se llegue a pedir el apoyo de los acompañantes de los viajantes para que se abstengan de saturar las terminales aéreas? Es el colmo, pero ya se tienen problemas de ciudades grandes, vandalismo, robos a mano armada, hasta intentos de secuestro, pago de derecho de piso, y algunas inconveniencias que antes eran inimaginables en instalaciones en las que se busca que se aborden los vuelos con estrictas medidas de seguridad. Por lo pronto, creo que desde las autoridades debe insistirse en que no se saturen las facilidades, so pena de perder el control. Bueno, hasta actos de protesta se han observado en las zonas estériles del aeropuerto Benito Juárez de la Ciudad de México.
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