La nueva idea de crear una aerolínea con dinero público para que la maneje la Fuerza Aérea, no solo es una idea que se considera fuera de contexto, pues existen diversas razones por las que simplemente no funcionaría, empezando por el hecho de que la milicia ya está manejando un aeropuerto y no se podría manejar una aerolínea al mismo tiempo, a menos que se cambie la ley, pero entre muchas de ellas está:
El dinero publico inicial. Nadie estaría dispuesto a invertir en algo que no beneficie a la gente, es lógico pensar que los réditos o ganancias serían exclusivamente para el Ejército, y simplemente sería una competencia desleal, ya que obviamente la aerolínea sería subsidiada tanto en combustibles, servicios aéreos a la navegación, slots, rutas, e inclusive SAT, y pondría, por lo tanto, en riesgo la viabilidad de las aerolíneas ya existentes, como sus instalaciones, sin mencionar el costo de los contribuyentes que tendríamos que pagar su funcionamiento constante a través de nuestros impuestos, entre los que se encuentran: arrendamiento de aeronaves, su mantenimiento, la infraestructura que se requiere, la cual incluye simuladores de vuelo, adiestramientos, personal calificado, soporte terrestre, equipo de apoyo, entre otros.
Por otro lado, el solo pensar en hacer uso del avión presidencial para complementar su línea aérea, muestra la falta de conocimiento y de cálculo en el gasto, ya que para poder adecuarlo a uso meramente comercial, se tendría que invertir en la reconfiguración del interior de cabina y su exterior, en el área de requerimiento de documentación, modificar las condiciones del contrato de arrendamiento de avión militar presidencial a avión comercial y su certificación, que simplemente costaría millones de pesos.
Su uso estaría muy limitado, ya que para que una aeronave de este tipo pueda ser viable, tendría que ser usado en rutas muy largas, por lo costoso de su operación, su consumo y su uso es muy alto por hora de vuelo. De hecho, la planeación de las aerolíneas que poseen este tipo de aeronaves ha sido hecha por años y se ha logrado gracias a la adquisición de rutas internacionales que ameritan su uso regular.
Sólo espero que recapaciten a tiempo y que el dinero se utilice, principalmente, en mejorar instalaciones, servicios aéreos, contratación de personal calificado que ayude a mejorar la calidad y atención al personal aeronáutico, incluyendo aspirantes a pilotos, sus adiestramientos, la simplificación administrativa, que por ahora es un caos, y la concentración en regresar a la categoría 1, resolviendo los anexos pendientes marcados por la FAA y la OACI, que tanto se necesita y que ha afectado al país.
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