La recuperación del turismo caribeño y latinoamericano para el año en curso es una de las misiones de mayor importancia estratégica. Esta región tiene una de las ofertas turísticas más destacadas en el mundo.
Con este escenario, la industria aérea juega un papel determinante en cuanto a la conectividad de toda esta área.
Si analizamos el impacto que ha supuesto la pandemia en el transporte aéreo, da como resultado un nuevo panel en las relaciones de los distintos actores que conforman esta actividad. Relación que se sustenta en el medio ambiente y la sostenibilidad y dónde la dirección que los fabricantes y aerolíneas han tomado se basa en la transformación digital y el talento humano.
A lo largo de este año 2022 se prevé que las compañías aéreas en Latinoamérica recuperen los niveles de inversión de antes de la pandemia, aunque será menor de lo que se diseñó para el año 2019.
Las aerolíneas pondrán el acento tanto en la renovación de sus flotas como en la retirada progresiva de los aviones más antiguos y contaminantes.
Las firmas están concienciadas en el crecimiento de sus recursos bajo el paraguas de la eficiencia. Una modernización gradual que corre el riesgo de un estancamiento, pues dicho crecimiento será menor. El binomio gastos e ingresos tendrá que encontrar el equilibrio poniendo mayor énfasis en los costes variables. La delgada línea entre lo que queremos y podemos hacer.
