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23/11/2024

Patrón de espera

Redacción A21 / Lunes, 17 Octubre 2022 - 01:00
Hielo seco

Por Sebastián Pinelli

Hace un par de años, mi tía y unos colaboradores suyos ordenaron desde una página de internet en Estados Unidos unos viales necesarios para su trabajo de investigación. Manejaron varias horas para cruzar la frontera, recogieron los viales y lo necesario para su transporte, fueron de shopping y emprendieron el retorno. Después de un par de horas de carretera, el chofer era el único despierto, luchando por mantener los ojos abiertos, sintiéndose mareado. Al notar que el sueño le impedía manejar y que algo estaba mal, se orilló, abrió la cajuela y comprobó que la hielera donde transportaban los viales enfriados por hielo seco se había roto y el material se estaba fugando.

El hielo seco, o dry ice, es el dióxido de carbono en estado sólido, alcanza los -78° C, es más pesado que el aire, por lo que lo desplaza, y si se aspira en altas concentraciones provoca hipoxia y asfixia. Si ha sido empaquetado o manejado incorrectamente y se encuentra en un espacio pequeño o poco ventilado (como un coche o aeronave chica), el hielo seco puede ser mortal; se cataloga como Mercancía Peligrosa (Dangerous Goods o Hazmat por Hazardous Materials) y recae en la clase 9 de Misceláneos, con el número UN1845.

El 23 de noviembre de 2018, una avioneta Cessna 208B que volaba carga a granel para FedEx, en Bakersfield, Estados Unidos, mantenía posición antes de pista. La torre de control le dio autorización de despegue y, tras casi veinte minutos sin respuesta ni movimiento por parte de la aeronave, los servicios de emergencia fueron investigar. Al llegar, vieron el motor corriendo y el único piloto tenía la cabeza hacia atrás, la boca abierta y los ojos cerrados. Los bomberos apagaron el motor, calzaron el avión y bajaron al piloto, que no podía hacerlo por sí solo, ni hablar claramente. 

Las 41 cajas con un total de 36 kilos de hielo seco habían sido cargadas en el compartimiento ubicado justamente detrás del piloto. Las cajas estaban mal empacadas, excediendo los límites de dry ice, y fueron estibadas tan cerca del piloto debido a temas de peso y balance. Cuatro meses después, el mismo piloto realizaba otro vuelo de carga y en carreteo previo al despegue reconoció los mismos síntomas y regresó a posición, comprobando que tenía otra fuga de hielo seco, gracias a un medidor portátil que ahora utilizaba.

Más de veinte años antes hubo un incidente similar, involucrando un avión jet DC-8 de Fine Air, cuando entre la carga que volaban iban camarones congelados que utilizaban 430 kilos de hielo seco. Durante el rodaje, los cuatro tripulantes a bordo identificaron los síntomas, se colocaron sus máscaras de oxígeno y regresaron a posición.

El método de aprendizaje y desarrollo de la industria aérea ha prevenido pérdidas humanas recientes gracias a la creación de puestos especializados para inspeccionar y manejar estas mercancías, entre otras medidas. Sin embargo, siguen ocurriendo tragedias fuera de la aviación: el año pasado, el cuerpo de un científico fue encontrado dentro de una cámara de hielo seco en la UNAM; en Rusia, una influencer echó 30 kilos de hielo seco a una alberca en un cuarto cerrado para celebrar su cumpleaños, causando que tres personas murieran (entre ellas su esposo) y otras siete resultaron con lesiones en la piel y pulmones.

La Asociación del Transporte Aéreo Internacional (IATA) estima que 1.25 millones de envíos HAZMAT son movidos por aire anualmente, siendo los más comunes los líquidos inflamables, las baterías de litio y el hielo seco; pero, ojo: la estadística no considera a las mercancías peligrosas ocultas o no declaradas, una práctica común que pone en enorme peligro la integridad de un vuelo. El estudio colaborativo anual de la IATA de la “Perspectiva de Confianza Mundial Sobre Mercancías Peligrosas”, recientemente publicado, menciona algo en lo que los especialistas en manejos de Dangerous Goods concuerdan: es necesaria una mejora en la infraestructura de manejo de HAZMAT y parte de esa mejora incluye la automatización de procesos. Sin embargo, estas mejoras y necesidades se quedan cortas, ya que, como vemos, también son necesarias la información y concientización del público en general.

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